Los compradores son Rafael González González, de 46 años; Jacinto Barrios, de la misma edad, y el hijo de éste, Carlos, de 18 años, según informó hoy la Jefatura Superior de Policía.

El pasado 27 de julio fue presentada una denuncia en la comisaría de Usera. Un industrial de Tomelloso (Ciudad Real) afirmó que vendió una partida de quesos, valorada en dos millones de pesetas, cuyo cobro se ejecutaríade manera aplazada con documentos bancarios. Sin embargo, llegados los vencimientos, el proveedor no pudo ingresar el cobro por falta de liquidez.

Los funcionarios averiguaron que el comprador utilizó un nombre supuesto y que, tras firmar dos letras avaladas por el aparente saldo bancario de su mujer, recibió más de mil quesos, que revendió en Madrid.

Además, comprobaron que la mujer no existía y que el verdadero nombre del comprador era Paulino García Bueno, que poseía dos naves industriales en as calles Ocaña, del distrito de Cármenes, y Numancia, en el de Tetuán.

Esta semana fueron detenidos Rafael González, Jacinto Barrios y su hijo, los compradores de los quesos, mientras que Paulino García fue arrestado ayer en Torrejón de Ardoz (Madrid).

Según las diligencias, Paulino García, que ha sido arrestado en dos ocasiones, había estafado también a otros dos industriales lácteos de Alcantarilla (Murcia) y Jaraiz de la Vera (Cáceres).