Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía, se trata de Franciso Javier H.G.-A., de 28 años, que ayer pasó a disposición judicial acusado de un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte y de omisión del deber de socorro.

Los hechos sucedieron a las seis de la madrugada del 24 de febero de 1991, día en el que David Olivar, de 20 años, fue arrollado por un automóvil en el Paseo de Extremadura. cuando salía de la discoteca "La Nacional" con unos amigos.

El conductor del vehículo se detuvo tras el accidente unos instantes, pero inmediatamente se daba definitivamente a la fuga. David Olivar fallecía cuatro días después a causa de las gravísimas lesiones sufridas.

La Unidad de Tráfico de la Policía Municipal acudió al lugar del suceso, levantó el correspondiente atestado e iniciólas primeras investigaciones.

Además de observar una frenada de 55,20 metros, los agentes recogieron restos de la parrilla delantera del vehículo y cristales de los faros, y recabaron diversos testimonios de los testigos del atropello, aunque sin resultados positivos que permitieran localizar el coche y su conductor.

La madre del joven fallecido, Manuela Castro, inició entonces sus propias investigaciones para tratar de encontrar al conductor del "Fiat Uno" y llegó incluso a pasar una noche en vea delante del Ministerio del Interior para pedir audiencia a José Luis Corcuera.

PISTAS FALSAS

La comisaría de Los Cármenes se encargó de proseguir las investigaciones, contando con la colaboración de la Brigada Central de Policía Judicial.

Siguiendo las pistas facilitadas por los testigos del accidente sobre el automóvil, del que decían que era un "Fiat Uno Turbo Inyección" de color rojo, matrícula de Madrid y con el número 98 en la placa, los funcionarios revisaron todos los coches de esas caacterísticas y llegaron a la conclusión de que esos datos eran erróneos.

La existencia de un reguero de líquido anticongelante en la calzada indicaba, por otra parte, que el vehículo debía haber sufrido una avería importante en el sistema de refrigeración, por lo que, durante meses, los funcionarios hicieron gestiones en los diferentes servicios de grúa, talleres de reparación y compañías de seguros, aunque en ninguno de ellos aparecían datos sobre el coche.

Entre tanto, la Brigada Central de Polcía Judicial se había puesto en contacto con la casa fabricante del automóvil en Italia, a donde se remitió el trozo de parilla recuperado.

El informe sobre la pintura indicó que se trataba de un determinado modelo con salida de fábrica antes de 1988 y que en España se había comercializado entre 1985 y 1990.

Todas estas pistas condujeron definitivamente hasta el coche B-3565-HP, propiedad de Francisco Javier H.G-A., que lo había adquirido en mayo de 1990.

Los funcionarios localizaron el coch ayer estacionado en la calle Farmacia. A continuación arrestaron a su propietario, quien reconoció conducir el vehículo en el momento del accidente y que, aunque se detuvo momentáneamente, huyó por indicación de la persona que le acompañaba.

A pesar de que tenía asegurado a todo riesgo el automóvil, no dió parte a la compañía y lo reparó en un taller conocido, del distrito de Usera, y la factura superó las 300.000 pesetas.

El "Fiat" había sido matriculado en Barcelona en octubre de 1986 a nombrede una empresa, que lo revendió a una casa de compraventa de Madrid.

Francisco Javier H.G-A. tiene dos antecedentes policiales por utilización ilegítima de vehículo de motor y robo con violencia o intimidación.