En la operación "Tabú", llevada a cabo en Pontevedra y que ha contado con la colaboración del FBI, fue clausurado un canal de Internet y detenidas diez personas que se dedicaban a la distribución e intercambio de fotografías y vídeos de contenido pedófilo a través de la Red.

En la otra operación, denominada "Palmera" y desarrollada en Alcalá de Henares (Madrid), fue detenido un librero de 37 años que conectaba con diversos canales de "chats" y "Messenger" de escolares haciéndose pasar por un adolescente de 15 años, para concretar citas con menores con el fin de obtener fotos e imágenes comprometedoras de los mismos.

La operación "Tabú" comenzó a finales de 2005, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la existencia de un canal de Internet disponible en el servicio de "chat" denominado Hispano, en el que podrían estar publicando material pornográfico infantil. En el canal, denominado "sexotabú" y perteneciente a IRC-Hispano, se conectaban usuarios que estaban participando de los archivos fotográficos y vídeos disponibles en el mismo.

Las investigaciones permitieron localizar a una persona residente en los Estados Unidos que próximamente se trasladaría a Pontevedra tras haber establecido una relación con una menor. Cuando P.A.J.R.S., de 64 años, llegó a España fue detenido y se le intervino un ordenador portátil, una cámara fotográfica de última generación y varios discos compactos que contenían material pornográfico infantil.

El FBI llevó a cabo paralelamente un registro en el domicilio del detenido, en la ciudad de Washintong D.C., donde se intervino un ordenador y diverso material informático de contenido pedófilo que está siendo analizado.

La Guardia Civil localizó después a diversos usuarios que se habían conectado al canal de Internet y que podrían haber publicado este tipo de material pornográfico, detuvo a otras nueve personas y registró nueve domicilios de Gijón (dos), Barcelona, Vitoria, Nanclares de Oca (Álava), Alicante, Santa Cruz de Tenerife, San Antoni de Portmany (Baleares) y Mejorada del Campo (Madrid).

COMO UN ADOLESCENTE

En cuanto a la operación "Palmera", ha concluido con la detención en Alcalá de Henares de R.G.A., de 37 años y librero de profesión, como presunto autor de varios delitos de corrupción de menores, para los que utilizaba los canales de "chats" y "Messenger" de escolares, haciéndose pasar por un adolescente de 15 años.

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de enero tras la denuncia del padre de una niña de 12 años que observó extraños comportamientos de su hija cuando se encontraba frente al ordenador, y que, en un descuido, pudo comprobar cómo la menor mantenía conversaciones no acordes a su edad con un interlocutor que intentaba convencerla para mantener una cita.

Agentes especializados de la Guardia Civil analizaron el ordenador, comunicaciones y contactos de la víctima, averiguando datos determinantes que permitieron identificar al detenido. R.G.A. visitaba páginas y "chats" de menores y colegios, donde establecía los primeros contactos, y una vez seleccionada la víctima, mantenía conversaciones con ella a través del "Messenger" con un primer objetivo de conseguir una fotografía de la menor.

Para ello, el detenido le hacía llegar su supuesta fotografía, que en realidad correspondía a otro menor de la edad de la víctima y posiblemente conseguida igualmente a través de Internet. Cuando había ganado la confianza de la menor, a la que trataba como si fuesen dos novios adoslescentes, la convencía para verla a través de la "webcam".

Una vez conseguidas las fotografías y grabaciones comprometedoras de la menor, la coaccionaba bajo amenazas de mostrar las fotografías e imágenes a sus padres, a la vez que le confesaba su verdadera edad y sus intenciones de continuar con la relación y mantener una cita, intentando convencerla con frases que parecían sacadas de un manual.

En los registros llevados a cabo en el domicilio y librería en la que trabajaba el detenido, se han incautado varios ordenadores que podrían contener información de más de 300 menores de entre 11 y 16 años que pueden haber sido víctimas de estos delitos. Por ello, la Guardia Civil recomendó hoy a los padres que ejerzan sobre sus hijos un mínimo control sobre sus actividades en la Red.