Sin embargo, la evaluación asegura que el impacto radiológico previsto, como consecuencia de las posibles emisiones en forma líquida o gaseosa de las actvidades derivadas del plan de desmantelamiento, será irrelevante.

Asimismo, el documento indica que las consecuencias de los potenciales accidentes que se pueden registrar en la central clausurada están muy lejos de conducir a una situación real de emergencia que obligara a adoptar medidas de protección en el exterior.

Durante la fase de desmantelamiento de Vandellós I, la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), encargada de ejecutar el proyecto, pondrá en marcha un Plan de Vigilancia adiológica Ambiental (PVRA).

El objetivo del PVRA será verificar, entre otros aspectos, la eficacia del programa de control de efluentes establecido en las Especificaciones Técnicas y detectar los posibles incrementos de radiactividad en el medio ambiente.

La Evaluación de Impacto Ambiental no prevé daños sobre las aguas subterráneas y superficiales y considera que serán mínimas las alteraciones que se produzcan sobre la calidad del aire y la vegetación como consecuencia de las partículas que se mitan por la acción de las máquinas trituradoras de hormigón y escombros procedentes del derribo de edificios.

INICIO DE LOS TRABAJOS

Enresa iniciará el proyecto de desmantelamiento el próximo mes de abril, cuando la empresa propietaria de la nuclear, Hifrensa, haya evacuado totalmente el combustible gastado y acondicionado los residuos radiactivos generados mientras la nuclear operó.

No obstante, durante los trabajos de clausura se generarán residuos radiactivos procedentes de materiales que s encuentran en zonas radiológicas. Estos desechos serán transportados a un Centro de Almacenamiento.

Enresa desmantelará inicialmente casi todas las estructuras y componentes externos al cajón del reactor, salvo las que aseguran el confinamiento del reactor y la seguridad y vigilancia de la instalación.

El edificio que alberga el reactor sin combustible nuclear será sellado y su desmantelamiento se aplazará hasta que, con el paso de los años, haya decaído el nivel de radiactividad en su interior. La Central Nuclear de Vandellós I, la primera que se desmantelará en España, permanece parada desde 1989, a causa del accidente que sufrió al producirse un incendio en su interior.