El caso fue descubierto con el fallecimiento de un hombre de 80 años el verano pasado en Madrid, tras ser recogido en coma profundo en las calles de la capital.

Al intentar su identificación, hubo que recurrirse al banco de datos de personas desaparecidas y se descubrió que se trata de un ciudadano que, en 1959, salió de su casa "a comprar tabaco" y nunca más volvió.

La confirmación la dieron la mujer con la que vivía en los últimos 20 años y su hijastra, según confirmaron ayer, tras identificarle "sin ningún género de dudas". Además, reconocieron que le conocían por su nombre falso y nunca se habían preguntado por su pasado.

Después de muchas gestiones, que se han prolongado durante diez meses, se descubrió que el fallecido sustrajo el documento a otro español que emigró a Argentina en 1961, donde falleció en 1979.

La verdadera esposa del usurpador de DNI y dos de sus hijos, aquéllos a los que dijo que iba a comprar tabaco hace 45 años, han fallecido y no volvieron a verlo tras su huída.