Pese a su negativa incial a introducir modificaciones de calado a la reforma, el Gobierno se muestra dispuesto ahora a cambiar aspectos que antes eran impensables, caso de los salarios de tramitación, suprimidos en la reforma.

El propio Zaplana se ha mostrado dispuesto a hacer "todos los esfuerzos posibles" por intentar acercar posiciones con las centrales sindicales.

Entre las modificaciones que podrían ser introducidas en el trámite parlamentario del decreto, se encuentran algunas que afectarían a la consideración e oferta adecuada de empleo y a la posibilidad de que el parado rechace ofertas sin ser sancionado por ello.

Así, el PP parece dispuesto a aceptar la implantación de un plazo de 100 días para que el desempleado rechace estas ofertas, como le ha pedido CiU, según han confirmado a Servimedia fuentes del Ejecutivo.

En el mismo sentido, serían tenidos en cuenta las condiciones familiares del parado, el coste del transporte hasta el lugar de trabajo y el tipo de contrato ofrecido para determinar si laoferta es o no adecuada a sus condiciones.

El Ejecutivo está dispuesto también a introducir algún tipo de modificación en el tratamiento de los fijos-discontinuos de llamada cierta, que habían dejado de tener derecho a paro tras las dos últimas reformas laborales (la de marzo de 2001 y el propio "decretazo").

Por su parte, los secretarios generales de CCOO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, aunque han aplaudido el nuevo talante del Gobierno y su disposición a introducir cambios en la refrma, esperan conocer la letra pequeña de las modificaciones para expresar su valoración definitiva.

Tres son los aspectos cuya restitución total quieren los sindicatos: la recuperación de los salarios de tramitación que permita la vuelta de la tutela judicial efectiva en caso de despido; el mantenimiento del subsidio agrario para los jornaleros andaluces y extremeños; y la consideración del seguro de paro como un derecho subjetivo del desempleado y no como una concesión administrativa a discreción delINEM.

Aunque estos son los tres puntos que permitirían quedarse satisfechos a los sindicatos, su reivindicación última sigue siendo la retirada total de la reforma, refrendada por la masiva concentración de ayer en Madrid.

La reunión, que se iniciará a las 9,30 horas, servirá para conocer el grado de flexibilidad del Gobierno y la disposición de los sindicatos a aceptar las modificaciones a la reforma.

Tras recibir a Fidalgo y Méndez, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales se reunirá con na delegación de CEOE. Su presidente, José María Cuevas, ya ha pedido al Gobierno que cualquier modificación a la reforma no suponga un aumento de los costes para el empresariado.