Los oídos de estos insectos voladores están situados en una parte poco usual, las alas delanteras, que son ultrasensibles al sistema de ultrasonido que utilizan los murciélagos para localizar a sus vctimas en la oscuridad.

Este mismo sistema auditivo es muy común en las polillas, como se sabía ya, pero nunca se había llegado a demostrar en el caso de las mariposas nocturnas. El descubrimiento de los expertos de la Universidad de Carleton, en Ottawa (Canadá), apunta a que la mariposa debió evolucionar a partir de la polilla y que prefirió vivir durante el día para librarse de las garras de los murciélagos, depredadores de la noche, quienes, al mismo tiempo, habían desarrollado un oído muy fino par ubicar a sus presas en la oscuridad.

"La mariposa, en efecto, debió ser 'inventada' por el murciélago", explican los profesores Jayne Yack y James Fullard en el artículo.