Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los delincuentes, para evitar su identificación, se hacían pasar por personas de países del Este europeo y hablaban un lenguaje que "pretendía" ser rumano. Tenían especial predilección a la hora de robar por los productos informáticos y artículos de lujo.

Los detenidos son Miguel Ángel D.A., de 31 años; Raúl Mateo H.M., de 30; Francisco Roberto H.F., de 26; Agustín L.H., de 37; Ángela R.S., de 26; Javier G.B., de 35; Raúl F.V., de 30, y Juan Manuel S.Q., de 31. Ya han sido puestos a disposición judicial, y cinco de ellos tenían antecedentes por robos con fuerza, robos con violencia, lesiones, tráfico de drogas y atentados a agentes de la autoridad, entre otros.

La Policía tuvo conocimiento a principios del pasado mes de abril de un robo con violencia en una empresa situada en la madrileña calle de Arturo Soria, en el que participaron tres delincuentes que irrumpieron en las oficinas, golpearon y amenazaron a las personas que allí se encontraban hasta localizar la caja fuerte, la forzaron y se llevaron el contenido.

La forma de actuar, estudiada y planeada, según la Policía, coincidió con otro asalto que días después tuvo lugar en una empresa de la carretera de Valencia. El grupo elegía su objetivo y lo controlaba con visitas y vigilancias, llegando a contar en ocasiones con la colaboración de "santeros", empleados infieles que facilitan la ubicación de alarmas, número de vigilantes de seguridad, horarios, etcétera.

Una vez controlados estos extremos, procedían a asaltar las empresas en franjas horarias nocturnas (a partir de las 21.00 horas), procurando no tener testigos, aunque si había algún empleado no dudaban en intimidarlo, amordazarlo e incluso golpearlo hasta conseguir sus propósitos. Iban provistos de pasamontañas y portaban utensilios como radiales y martillos hidráulicos para abrir accesos y cajas fuertes.

Debido a las diversas precauciones que tomaban en sus asaltos, la identificación del grupo y sus componentes ha sido laboriosa, según la Policía, que consiguió las pistas para lograr su detención a raíz de localizar uno de los equipos informáticos sustraído en uno de los robos.

La policía registró los domicilios de los sospechosos el pasado día 3 y encontró todo tipo de objetos robados, comocámaras de fotos, más de una veintena de relojes de lujo, 6 portátiles, teléfonos móviles, cámaras de video y más de 10.000 euros en metálico, además del material con el que realizaban los robos (palanquetas, mazas radiales, gatos hidráulicos y linternas, entre otras cosas).