Los detenidos son los presuntos autores de al menos unos veinte robos con fuerza cometidos en distintos establecimientos comerciales y naves industriales de Leganés, Aravaca, Cádiz, Puerto Banús, Marbella, Fuengirola y otras localidades.

Asimismo, se les imputan una tentativa de homicidio, asociación ilícita, falsedad documental e infracciones contra la Ley de Derechos y Libertades de los Extranjeros en España.

A partir de noviembre de 2004, la Comisaría General de Policía Judicial detectó un inusual aumento de robos con fuerza en naves industriales y en establecimientos comerciales de distintos polígonos del país mediante el procedimiento del butrón. Los autores penetraban en los locales a través de agujeros practicados en el techo o en las paredes.

Las investigaciones realizadas permitieron localizar a un grupo criminal integrado por ciudadanos albano-kosovares, que tenían su base de operaciones en Madrid. Los agentes comprobaron que los integrantes de este grupo desaparecían de sus domicilios durante dos o tres días, ausencias que coincidían con algunos de los robos perpetrados en lugares alejados de Madrid.

Interior destaca la especial peligrosidad y dificultad de los seguimientos de estos individuos, ya que todos sus movimientos tenían lugar de noche y utilizaban vehículos muy potentes con los que circulaban a gran velocidad sin respetar las normas de tráfico.

Finalmente, los integrantes del grupo fueron detenidos en un club de alterne situado en la localidad madrileña de Pedrezuela, cuando estaban preparando los detalles para la realización de un nuevo robo en una nave industrial de la capital.

La mayoría de los ocho arrestados utilizaba varias identidades y habían sido detenidos en otras ocasiones por hechos similares. Todos ellos se encuentran en situación irregular en España.