Los arrestados (3 hombres y 3 mujeres, todos ellos con vínculos familiares) abordaban a sus víctimas tras salir de sucursales bancarias donde habían realizado algún reintegro de efectivo, y arrojaban al suelo dinero o impregnaban la ropa de las personas que iban a asaltar con alguna sustancia para distraerles y robarles el dinero.

Las investigaciones se iniciaron en octubre del año pasado tras tener conocimiento de varios delitos cuyas víctimas eran clientes de entidades bancarias. Los miembros del grupo se situaban en las inmediaciones de las entidades bancarias y controlaban a las personas que entraban.

En ocasiones, uno o varios se introducían en el banco para comprobar si algún cliente realizaba reintegros de relevancia. Cuando la víctima escogida abandonaba la sucursal, era señalada a otros miembros de la organización, lo que se conoce en el argot como "marcar", llegando a indicar, con gestos concertados, el lugar donde la víctima potencial había guardado el dinero.

Posteriormente, otros compinches seguían a la persona escogida y en un lugar que consideraban propicio utilizaban los métodos conocidos como "la siembra" y "la mancha" para robarles el dinero. En otras ocasiones, incluso, arrebataban de un tirón el bolso o el objeto en el que portaban el dinero las víctimas.

Aunque los delincuentes cambiaban constantemente de vivienda y viajaban hacia distintos puntos del territorio nacional para eludir la acción policial, un dispositivo de vigilancia permitió averiguar sus identidades, siendo localizados y detenidos en diferentes fases de la operación.

Los agentes han esclarecido un total de veinte hurtos y seis robos con violencia cometidos en Madrid capital, así como en las localidades de Alcobendas, Getafe, Leganés, Aranjuez, Alcorcón, Alcalá de Henares, Fuenlabrada, Valdemoro, Tres Cantos, Las Rozas y San Lorenzo de El Escorial.