DESARTICULADA UNA RED QUE TRAFICABA CON PIELES DE ESPECIES PROTEGIDAS

- Entre las pieles requisadas se encuentran algunas de lince ibérico, el felino más amenazado del mundo cuyos últimos ejemplaes habitan en España

MADRID
SERVIMEDIA

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, en colaboración con el Fondo Mundial para la Naturaleza (Adena/WWF), ha desarticulado una red dedicada al tráfico de pieles de especies animales protegidas.

Entre las especies afectadas se encuentra el lince ibérico, el felino más amenazado del mundo, cuyos últimos ejemplares habitan en España, según manifestó hoy a Servimedia Ezequiel Navío, portavoz de Adena/WWF.

Aunue los registros se iniciaron el pasado miércoles, Navío señaló que Adena/WWF investigaba el comercio ilegal de pieles por parte de la red de traficantes desarticulada, aunque hasta ahora no pudo intervenir la 111 Comandancia de la Guardia Civil, tras confirmar que diversos establecimientos peleteros y de curtidos exponían pieles de especies ibéricas y exóticas protegidas.

El portavoz de Adena/WWF indicó que la demanda y venta de las pieles se realizaba "entre un círculo cerrado compuesto en parte imprtante por furtivos".

Las pieles decomisadas corresponden a linces, tejones, garduñas, turones, ginetas, elefantes africanos y boas. Además, se están realizando verificaciones periciales en la zona para determinar si otras dos pieles incautadas pertenecen a una especie de cebra africana en inminente peligro de extinción, aunque podría tratarse de imitaciones.

Según Navío, los beneficios obtenidos por la venta de estas pieles podrían rondar el millón de pesetas, si bien destacó que "lo más importate es el daño que se ha provocado a unas especies que se encuentran en grave riesgo de extinción".

Todas las especies ibéricas afectadas se encuentran protegidas por la Ley de Conservación de Espacios Naturales y de Flora y Fauna Silvestres, y en el caso del lince y de las especies exóticas intervenidas la comercialización de sus pieles y derivados constituye un delito de tráfico ilegal de especies, tipificado como tal en el nuevo Código Penal.

Además, en el caso del lince ibérico y el elefante aricano, ambos están incluidos en el apéndice uno del Convenio de Washington o CITES, protocolo que establece la máxima protección sobre estas especies.

Los autores de este tipo de delitos pueden sufrir importantes sanciones económicas e incluso penas de prisión, si bien en el proceso iniciado por el Seprona con motivo de la desarticulación de esta red continúan abiertas las investigaciones.

(SERVIMEDIA)
31 Ene 1997
GJA