Estas personas, que pueden superar la cifra de 300, eran destinadas generalmente a trabajar a la huerta de Murcia, donde estaban sin contratos y demás requisitos legales y ni siquiera cobraban directamente de los agricultores españoles, sino que eran pagados por un intermediario, Ramón P.R., de 51 años.

Como si de una nueva forma de esclavitud se tratase, los ecuatorianos, una vez en España y en stuación ilegal, tenían que trabajar para sus amos por salarios totalmente arbitrarios para costear los gastos originados por el viaje.

Estas personas, reclutadas mayoritariamente de una misma zona, la provincia ecuatoriana de Loja, eran enviadas a nuestro país provistas de una 'bolsa de viaje' por la organización introductora, es decir, la cantidad de dinero exigida para pasar la aduana y el billete de avión de regreso a Ecuador.

Una vez dentro de España, un miembro de la organización se encargab del traslado y alojamiento provisional del individuo en diferentes pisos -el más frecuentado estaba situado en la calle Encomienda, del distrito Centro de Madrid- por el que debían pagar 1.000 pesetas diarias.

En cuanto al dinero de la 'bolsa de viaje', generalmente les era facilitado por la red y tenían que devolverlo. Dada la escasa capacidad económica de estas personas y la enorme diferencia entre los niveles de vida ecuatoriano y español, los inmigrantes se veían abocados a hipotecar sus bienes opedir préstamos en su país de origen.

SEIS CABECILLAS

La red, que venía operando desde principios de 1993, estaba integrada por los ecuatorianos Olme Alcides M.C., de 45 años; José Polibio C.M., de 46; Luz María J.S., de 35, esposa del anterior; Freddy Patricio C.P., de 23; Manuel Bolívar S.J., de 28, y la peruana María Susana D.G., de 35. Esta última también está acusada de evasión de capital. Todos ellos están arrestados.

Además, fueron detenidos 33 ecuatorianos en situación ilegal y los ciuddanos españoles Ramón P.R. y sus colaboradores Salvador E.C. y Carmelo G.R., que conducían los vehículos en los que llevaban a los extranjeros desde Madrid a la huerta murciana.

En distintas explotaciones de esa región la policía ha encontrado a 55 ecuatorianos y 3 marroquíes sin contratos y demás requisitos legales. Las investigaciones se encaminan ahora a la identificación y detención de los agricultores para los que aquéllos trabajaban.

Las organizaciones de introducción de inmigrantes desartiuladas en los últimos años 'trabajaban' dominicanos y peruanos fundamentalmente, pero últimamente se han inclinado por captar a ecuatorianos y otros ciudadanos sudamericanos por la no exigencia de visado y el tratado de doble nacionalidad.

La cada vez más frecuente presencia de esos ciudadanos en España había alertado a funcionarios policiales especializados. Las respuestas que muchos de ellos ofrecían sobre el motivo del viaje eran, por otra parte, muy peregrinas, tales como visitar el Vaticano, la paya de Madrid y Bruselas.