DESARTICULADA UNA RED QUE ESTAFABA A COMPAÑIAS DE SEGUROS
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La Guardia Civil ha desarticulado una red dedicada a estafar a compañías aseguradoras de vehículos y ha detenido a nueve personas relacionadas con el fraude, que se estima superior a los 50 millones de pesetas. En la operación se han recuperado tres vehículos y numerosa documentación, según informó hoy la dirección general del instituto armao.
Entre los componentes de la red se encuentran propietarios de talleres, agentes de corredurías de seguros, empleados de banca y peritos de diferentes entidades aseguradoras. La operación se inició cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de irregularidades en la reclamación de indemnizaciones por siniestralidad de vehículos a compañías aseguradoras.
Las investigaciones permitieron descubrir que los peritos de la red se encargaban de localizar coches que habían sido declarados siniestros totals como consecuencia de un accidente. Después, estos mismos peritos u otra persona de la organización se ponían en contacto con los propietarios de los vehículos con la intención de comprarlos para conseguir piezas de repuesto.
Posteriormente, los vehículos se ponían a nombre de un miembro de la organización y eran ocultados en los talleres concertados con la red para ser supuestamente reparados, lo que nunca llegaba a producirse. A su vez, los agentes de seguros implicados tramitaban pólizas a todo risgo o bajo la fórmula de súper terceros, que incluía el robo, haciendo constar las perfectas condiciones en que se encontraban los vehículos.
Transcurridos algunos meses, siempre con anterioridad al vencimiento de la póliza, declaraban un accidente o el robo del vehículo. En el caso de accidente, presentaban el vehículo accidentado tal y como lo habían adquirido, siendo peritado nuevamente para volver a ser declarado siniestro.
Una vez cobrada la correspondiente indemnización por siniestro, comuncaban a la compañía de seguros la intención de quedarse con el vehículo para intentar repararlo, con lo que disponían nuevamente del mismo para asegurarlo en otra compañía y repetir la operación.
La declaración de robo del vehículo se producía cuando éste les había costado poco dinero o cuando querían hacerlo desaparecer para la renovación de los vehículos adquiridos por el procedimiento anteriormente descrito.
En otras ocasiones compraban un vehículo nuevo, de las mismas características que el sniestrado, para poder presentarlo en alguna compañía donde no tuvieran colaboradores de la red. Para ello, sustituían las placas de matrícula del vehículo nuevo por las del siniestrado.
Otra de las estafas consistía en presentar partes falsos de siniestros que eran peritados como auténticos por los propios paritos de la red o por otros que eran sobornados, pasando a continuación la factura al taller invulcrado, para posteriormente hacerlo llegar a la compañía de seguros.
En los registros efectuads por la Guardia Civil se han recuperado varios vehículos siniestrados listos para proceder a la estafa y numerosos documentos que acreditan la actividad fraudulenta de la organización.
(SERVIMEDIA)
29 Nov 2000
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