DESARTICULADA UNA BANDA QUE ROBABA COCHES PARA COMERCIALIZARLOS EN EL ESTE DE EUROPA Y NORTE DE AFRICA

MADRID
SERVIMEDIA

La policía ha detenido a nueve personas que se dedicaban a roar coches para comercializarlos en los países del Este de Europa y del Norte de Africa, y que también estafaban a las compañías de seguros y pedían créditos a nombre de indigentes.

Según informó hoy la Dirección General de Policía, los detenidos compraban una serie de coches con documentación falsa y aseguraban cada uno de ellos en distintas compañías, para cobrar la indemnización correspondiente, una vez dados de baja.

Otra actividad delictiva que se imputa a los miembros de la red es la solicitd de créditos a distintas entidades bancarias, empleando para ello la identidad de mendigos y personas de colectivos marginales ajenas a la realización de estos fraudes.

Las investigaciones comenzaron hace tres meses al descubrir la policía un ciudadano español, F.C.M., natural de Murcia, que como máximo responsable de la red intentaba cobrar, a través de dos compañías de seguros distintas, la indemnización correspondiente al robo de un Mercedes. Este mismo vehículo había recibido tres años antes la cntidad de 4 millones y medio de pesetas, en concepto de siniestro total.

El sospechoso fue detenido junto a su compañera sentimental, M.S. del V.C., también murciana, quién había conseguido cobrar indemnizaciones de varios coches en otras tantas compañías de seguros, utilizando su identidad y la de una sociedad de la que era administradora única.

La organización empleaba a una serie de individuos en el robo de vehículos seminuevos, de gran cilindrada. En otra ocasiones adquirían coches nuevos confalsos documentos de identidad y como tercera vía alquilaban estos vehículos con identidades falsificadas de los encargados de este trámite. Cuando disponían de los automóviles los comercializaban en países del Magreb y del Este de Europa.

La actividad fraudulenta del grupo alcanzaba también a determinadas entidades bancarias, a las que llegaron a solicitar créditos para la compra de vehículos en algunos casos inexistentes. Para ello presentaban falsos documentos o identidades de mendigos y gente de clectivos marginales, que eran ajenos a estas prácticas fraudulentas.

Los bancos descubrían el engaño cuando intentaban cobrar la primera mensualidad del crédito, comprobando que las personas que figuraban como solicitantes y deudores o no existían o se habían utilizado sus identidades sin su consentimiento.

(SERVIMEDIA)
12 Feb 1999
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