Además de ser sospechosos de una larga lista de extorsiones, los detenidos están acusados de los delitos de lesiones y falsificación, así como de estar en situación ilegal en España, por lo que tieen abierto un expediente de expulsión.

Las investigaciones que permitieron desarticular a esta banda, comenzaron el pasado día 23, cuando cuatro de los detenidos protagonizaron un incidente en una finca de la calle Bravo Murillo, donde agredieron con un arma blanca a un compatriota suyo.

El lesionado, que tuvo que ser asistido de dos pinchazos en el glúteo y en una pierna, es propietario de un restaurante chino y el móvil de la agresión fue la pretensión de los detenidos de cobrarle una cantidad e dinero en concepto de protección, según informaron fuentes policiales.

Sin embargo, los funcionarios descubrieron que los delincuentes habían cometido un error, ya que la acción iba dirigida contra otro ciudadano chino, que reside en la misma finca y trabaja en un establecimiento del mismo tipo.

Las gestiones policiales permitieron localizar la vivienda en la que residían los supuestos agresores, situada en la calle Luis Cabrera, del barrio de Prosperidad.

Tras comprobar todos los hechos, os agentes decidieron llevar a cabo la detención de los sospechosos, a quienes tuvieron que perseguir por azoteas y tejados, tras huir por una ventana.

En el registro de la vivienda, los funcionarios se incautaron de 11 pasaportes, tarjetas de crédito y otros documentos, entre los que figura el pasaporte y algunos efectos del compatriota extorsionado, además de dos cuchillos de monte utilizados para la agresión.

Todos los detenidos, originarios de la provincia de Fijian, de donde también procede a persona a quien iban a visitar y de la que habían cobrado ya deteminadas cantidades de dinero anteriormente, carecen de antecedentes bajo las identidades que han facilitado.