En la operación, llevada a cabo el pasado domingo en el aeropuertode El Prat, fueron detenidos 15 chinos, 12 de los cuales eran inmigrantes y el resto presuntos miembros de la organización, según fuentes policiales.

La fórmula utilizada por la red internacional consistía en facilitar en Tailandia pasaportes japoneses falsos a chinos que querían emigrar a Occidente. Desde Tailandia viajaban a Barcelona o Madrid, solos o en grupos reducidos, aunque siempre acompañados por algún miembro de la organización.

Una vez llegaban a España, se alojaban en pisos u hoteles urante unos días y después volvían a reunirse en grupos de diez personas para embarcarse hacia Estados Unidos, según indicaron las mismas fuentes.

Las facilidades con que los organizadores de la red llevaban a cabo esta operación se debían, según la policía, a que los ciudadanos japoneses no necesitan visado para entrar en España y al parecido físico de los chinos con los súbditos de aquel país.

Los inmigrantes estaban obligados a pagar 30.000 dólares (alrededor de tres millones de pesetas) para oder llegar a Estados Unidos, una tercera parte de los cuales debían abonar previamente a los cabecillas de la red en Tailandia, y el resto, en alguna de las escalas del viaje.

En algunos casos, los inmigrantes estaban obligados a trabajar en restaurantes chinos norteamericanos que estaban controlados por la misma organización en unas condiciones muy duras y durante mucho tiempo para poder pagar la deuda.

Cuando llegaban a Estados Unidos, la organización les retiraba el pasaporte falso y tenían qe presentarse como ciudadanos chinos que pedían asilo político.