La delegación dioesana del obispado de Astorga notificó que el trozo de roca, de unos 30 centímetros de longitud, cayó al suelo en medio de la noche, cuando no había transeúntes por las cercanías.

Por su parte, el presidente del Cabildo de la Catedral informó inmediatamente del derrumbamiento a la Junta de Castilla y León, que ayer lunes realizó la primera inspección de la zona para determinar las causas y las posibles consecuencias de este suceso.

Según las mismas fuentes, se espera que en el presupuesto de la popia Junta, de 15 millones de pesetas, para otras actuaciones previstas, se dé cabida al arreglo de esta parte de la catedral dañada, que ya había sido denunciada el año pasado, en vista del deterioro que se venía observando.

La nota de prensa señala que, aunque por suerte no hubo que lamentar daños personales en el momento de la caida de la piedra, en estos momentos la zona, que habitualmente es muy transitada, está vallada para prevenir nuevos desperfectos.

El deterioro de las piedras con las qe están hechas las catedrales españolas, provocado en muchos casos por los excesos de ruido y polución del tráfico, están afectando a numerosos edificios eclesiásticos emblemáticos, como en los recientes casos de desprendimientos en las catedrales de Burgos y de León.

Junto a la creciente concienciación de buena parte de la población acerca de los riesgos que corren, las administraciones están concentrando sus esfuerzos para tratar de evitar el derrumbamiento de estas fachadas.

En el caso de la ctedral de Burgos, que dió la voz de alarma sobre su deficiente estado de conservación coincidiendo con el incendio del Teatro del Liceo de Barcelona, se han organizado conciertos benéficos y se va a crear una Asociación de Amigos de la catedral para recabar fondos para restaurarla.