Desde el teléfono "SOS Veneno" explicaron hoy a Servimedia que desde 1999 las llamadas gestionadas por este servicio permiten una media de 450 intervenciones por parte del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) o de agentes de Medio Ambiente de la comunidad autónoma de que se trate.

Sin embargo, las llamadas recibidas "son muchas más", que las ONG integrantes en el proyecto que gestiona el teléfono utilizan para recabar datos sobre los lugares de colocación de cebos y su periodicidad, entre otras cuestiones.

Este servicio forma parte del Programa Antídoto, del que forman parte distintas entidades del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, SEO/BirdLife, Ecologistas en Acción, WWF y la Fundación para la Conservación del Buitre Negro, entre otros.

Fuentes de "SOS Veneno" alertaron de la amenaza que el uso de cebos ilegales supone para especies como el águila imperial, el buitre negro, el alimoche, el milano e, incluso, gatos y perros domésticos.

En especies como el águila imperial, por ejemplo, la "detectabilidad" de casos de veneno no alcanza el 10%, lo que supone que sólo se encuentra uno de cada 10 envenenados se encuentran.