La menor, que responde a las iniciales de M.E.G.J, y que vive sola con su abuelo de 90 años, fue detenida la pasada semana tras comprobar los responsables de una entidad bancaria, donde el abuelo tiene abierta un cuenta y cuyo dinero estaba autorizada la joven a administrar, que se estaban sacando diariamente cantidades de dinero que oscilaban entre las 60 y las 70.000 pesetas.

La policía detuvo a la joven en compañía de una pareja, él gitano y ella paya quienes, según declaración de la chica, la obligaban a entregarles todos los días 30.000 pesetas para la compra de heroína y cocaína que luego compartían con ella. Además, en su declaración la adolescente aseguró haber sido objeto de violación por parte del hmbre.

Sin embargo, cuando compareció en los juzgados de Avilés, cambió su declaración asegurando que nadie le obligaba a entregar el dinero ni la droga, sino que compartía dicho dinero, que sacaba de la cuenta, con sus amigos por propia voluntad.

También aclaró que su primera declaración no era cierta y que había mentido debido al nerviosismo que le produjo verse detenida.

Investigaciones posteriores han revelado que existe la implicación en el caso de otros dos hombres más, que en su día, hbían mantenido relaciones sentimentales con la adolescente, que tiene 16 años, y que también han sido detenidos.

El caso lo instruye el titular del juzgado número cuatro de Avilés, el magistrado Juan Laborda, quien aseguró en declaraciones a la Cadena Ser, que se enfrenta a un caso difícil, inhabilitar a una menor de 16 años y a un anciano de 90 para hacerse cargo de la administración del dinero de la cuenta bancaria de donde salían las cantidades.

Una cuenta en la que estaban depositados 7 milloes de pesetas antes de que la muchacha comenzase a sacar dinero, y en la que cada vez queda menos.

La única solución es, según el juez Laborda, nombrar a la beneficiencia municipal como gestora de los bienes y la vida de la nieta y del abuelo, ya que hasta el momento no ha podido ser localizado ningún otro familiar.

Según el juez, la chica fue abandonada al nacer por sus padres. De él se sabe que se encuentra en paradero desconocido, y de la madre, que ejerce la prostitución.

El abuelo, el úico que se hizo cargo de la menor al nacer, "siente adoración por ella".

Juan Laborda reconocía que la resolución judicial del caso, sea cual sea, seguirá dejando pendiente el problema humano.