Aroca hizo estas declaraciones tras la firma de un convenio entre el Ayuntamiento de Madrid y el COAM para la rehabilitación de las Escuelas Pías de San Antón, complejo que se convertirá en la futura sede del Colegio de Arquitectos, acto al que también asistió el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón.

El decano de los arquitectos madrileños afirmó que el proyecto de demolición de la torre Windsor que él considera más adecuado tendrá varias fases. En primer lugar, los operarios deberían "limpiar" totalmente el edificio, tomando las medidas de seguridad necesarias, para que se pueda trabajar en el interior del inmueble con total garantía.

Seguidamente, se apuntalaría todo el interior del edificio, de arriba a abajo, para, una vez que el riesgo sea mínimo, proceder a cortar el hormigón en trozos pequeños y bajar los bloques mediante grandes grúas móviles.

Será "como construir pero al revés", dijo Aroca, quien añadió que ya se ha probado este sistema de desmontaje de una estructura en el paso elevado de Cuatro Caminos, donde se cortaron las vigas en trozos y fueron retiradas mediante grúas.

A su juicio, es muy posible que sólo sea preciso derribar desde la planta 32 hasta la cuarta, "donde están las grandes vigas", y "una vez que se compruebe que (éstas) no han sufrido daños, construir a partir de ahí".

En referencia al plan de prevención de incendios en edificios de más de diez plantas anunciado ayer por la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, Aroca recomendó pensar bien todas las medidas que se adopten para mejorar la seguridad, sin dejarse llevar por la "emoción".

Tras destacar que la torre Windsor "respondió con un comportamiento excelente", al aguantar 19 horas de incendio, felicitó a los arquitectos responsables de la obra, a quienes dio "el pésame por la pérdida del edificio".