El análisis examina exclusivamente los datos de demanda de electricidad a la red de aquellas industrias manufactureras que tienen contratada la tarifa 6.1, es decir, con una potencia superior a 450 Kw (medianas o grandes). Lo que sucede, según explica este Foro, es que al menos desde el año 2022, es que la gestión energética de la industria es más eficiente y además obtiene una parte de dicha energía fuera de la red eléctrica, en especial, mediante el uso de diferentes fórmulas de autoconsumo.

Desde este año, se produce un descenso muy acentuado de la demanda de electricidad a la red, que llega a alcanzar el 18,3 % en 2024. Sin embargo, este descenso coincide con un incremento del Valor añadido bruto (VAB), el indicador de la actividad económica que refleja el valor total de todos los bienes y servicios producidos menos el valor de los utilizados para el consumo intermedio en su producción.

“Se da, por tanto, la situación de que, aunque aparentemente hay menor demanda de electricidad, crece el volumen de los bienes producidos, lo que hace suponer que la industria sigue utilizando niveles similares de energía eléctrica que obtiene a través de medios alternativos a la red”, añade el Foro.

Además, señala que no se ha roto la conexión entre el consumo de energía y el desarrollo industrial, son que se ha modificado una parte del origen de la energía utilizada y la eficiencia de la gestión energética. Asimismo, indica que está creciendo la mediana y la gran industria española, pero “con muchos matices”, ya que lo hace por debajo de la media del conjunto de la economía.