ETA

DELCLAUX RELATA EL SUFRIMIENTO DE SU CAUTIVERIO ANTE EL ETARRA QUE ORDENÓ SU SECUESTRO - Durante el juicio de la Audiencia Nacional contra los etarras "Kantauri" y "Lola"

MADRID
SERVIMEDIA

El empresario Cosme Delclaux relató hoy el sufrimiento que vivió durante los 232 días que estuvo cautivo en un zulo de cerca de dos metros cuadrados, durante el juicio que la Audiencia Nacional celebró contra el dirigente de ETA Francisco Javier Arizcuren Ruiz, alias "Kantauri", y la también etarra Dolores López Resina, "Lola".

Durante la vista oral, celebrada por la Sección Segunda de la Sala de lo Penal, el fiscal encargado del caso, Juan Moral,solicitó para los dos etarras 18 años de cárcel. Considera que Arizcuren Ruiz, como máximo dirigente de la banda, fue la persona que ordenó el secuestro, y que López Resina lo llevó a cabo junto a los ya condenados Gregorio Vicario Setién y Josu Ordóñez.

En su declaración ante el tribunal, Delclaux explicó como, el 11 de noviembre de 1996, cuando salía de su lugar de trabajo en el parque Tecnológico de Zamudio (Guipúzcoa), fue asaltado por dos personas encapuchadas que, pistola en mano, le obligaron a subir a un coche en el que le taparon la cara.

A un kilómetro del polígono, según sus cálculos, los asaltantes le trasladaron a otro vehículo y, tras suministrarle una inyección, lo introdujeron en el maletero, donde perdió el conocimiento.

Cuando por fin lo sacaron del coche, todavía con la cara tapada, le obligaron a ponerse de rodillas y a atravesar a gatas un estrecho agujero. Una vez dentro del zulo, los secuestradores le quitaron la capucha y pudo comprobar que el habitáculo en el que se encontraba "era muy pequeño" y tan sólo contaba con un jergón tirado en el suelo.

En aquel momento, los asaltantes, siempre con la cara tapada, reconocieron ser miembros de ETA, le dijeron que estaba secuestrado por la banda terrorista y le comunicaron que estaban en contacto con su padre para el pago de un rescate.

"BASTANTE DURO"

Delclaux explicó al tribunal que lo peor de su cautiverio fue que en hasta tres ocaciones los etarras le comunicaron que estaban a punto de soltarle. "Que te digan que vas a salir y luego no suceda es bastante duro", aseguró.

El empresario dijo que la persona con la que trataba, la que le traía la comida tres veces al día, era siempre la misma y se trataba de uno de los hombres que le secuestraron en el polígono industrial, aunque puntualizó que en una ocasión pudo ver una mano de mujer.

Cuando llevaba 232 días en el zulo, los etarras le comunicaron que se "habían cumplido las condiciones" y que le iban a soltar. Ese mismo día le volvieron a suministrar una inyección, a ponerle una capucha sobre la cara y a meterle en un coche. Cuando se despertó, se encontraba atado a un árbol en un bosque cerca de Durango (Vizcaya).

En el turno de primera palabra, al comienzo de la vista oral, tanto "Kantauri" como "Lola" lanzaron las consabidas proclamas a favor de ETA, dijeron no reconocer la autoridad del tribunal para juzgarles y anunciaron su intención de no contestar a ninguna pregunta.

Lo mismo hicieron los etarras Vicario Setién y Ordóñez, ya condenados por estos hechos, quienes comparecieron ante el tribunal en calidad de testigos pero se negaron a hacer cualquier tipo de declaración.

En su declaración ante la Policía tras su detención, que fue leída hoy durante el juicio, tanto Vicario Setién como Ordóñez inculparon a "Kantauri" y "Lola" en el secuestro de Delclaux, al primero como la persona que les ordenó llevar a cabo el rapto y a la segunda como su compañera de comando.

El industrial Delclaux estuvo secuestrado 232 días por ETA en un "zulo" extremadamente pequeño (90 centímetros de ancho por 3 metros de largo y una altura de 1,94 metros), sin ventilación ni comunicación con el exterior, desde que fuera interceptado en su lugar de trabajo, el parque Tecnológico de Zamudio (Guipúzcoa), el 11 de noviembre de 1996, hasta su liberación el 1 de julio de 1997.

(SERVIMEDIA)
17 Jul 2008
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