El déficit del sector metalúrgico fue consecuencia de unas exportaciones 2.781.319 millones de pesetas frente a unas importaciones de 4.420.027 millones, con incrementos respectivos del 12,62 y del 4,61 por ciento.

En opinión de Confemetal, "la desaceleración de las importaciones y la aceleración de las exportaciones muestran la pérdida de vitalidad de la demanda interna, con la consiguiente caída de las carteras de pdidos de las empresas".

El resultado ha sido, según la patronal, que "las empresas han tenido que exportar más, a pesar de que ello deterioraba sus márgenes de explotación, para compensar la caída de la demanda interior".

Por otra parte, el consumo aparente de acero registró el año pasado una caída en torno al 2 por ciento y los precios tuvieron un descenso promedio del 25 por cien.

La reducción del consumo es consecuencia, según Confemetal, de las restricciones crediticias de 1990, que afecaron negativamente a la construcción de viviendas y a la inversión en bienes de equipo y construcción naval.

Por lo que se refiere a la caída de los precios del acero, Confemetal lo achaca al fuerte incremento de las importaciones, cuya participación en el mercado interno pasó en 1990 del 25 al 27 por cien.