El "Informe sobre líneas de alta tensión" elaborado por la Oficina del Defensor del Pueblo como consecuencia de las quejas que ha recibido por parte de algunas asociaciones vecinales indica que "parece indudable que la radiación no ionizante de los campos electromagnéticos de baja frecuencia como la generada por LAT (Líneas de Alta Tensión) produce, al menos, algunos efectos biológicos por alteración de los flujos iónicoscelulares y particularmente el del calcio".

Asimismo, el documento señala que entre los síntomas observados en las personas que viven en las proximidades de líneas de transporte de alta tensión se constatan alteraciones en el metabolismo del hierro y del cobre y síntomas como dolores de cabeza, cansancio crónico, depresión y debilidad muscular.

CANCER

Sin embargo, el informe aclara que científicamente no se ha podido establecer de forma concluyente una relación entre la exposición prolongada a as líneas de alta tensión y el cáncer, aunque añade que "la sospecha de asociación más firme entre campos electromagnéticos y cáncer se ha establecido con las leucemias infantiles, teniendo menos fuerza respecto de los adultos".

El Defensor del Pueblo matiza que si bien no avala ninguna tesis sobre el efecto nocivo de las LAT sobre la salud de las personas, "basta que la comunidad científica admita como hipótesis razonable tal posibilidad para que el principio de prevención (...) reclame una intervencón al respecto"

De ahí que esta institución haya recomendado al Ministerio de Industria y Energía para que desarrolle la Ley de Ordenación del Sistema Eléctrico Nacional en lo referido a la regulación las LAT y estudie la posibilidad de desviar o suprimir las líneas que atraviesan entornos urbanos.

Entre las soluciones que sugiere el Defensor del Pueblo se encuentran la creación de "pasillos" dentro de los cuales quede excluida cualquier actividad humana permanente y el enterramiento de las línea, opción esta ultima que las compañías han acometido en algunas zonas.