En esta ocasión, el protagonismo recaerá sobre las Fuerzas Aéreas, que deberán destruir un blanco previamente asignado, utilizando para ello fuego real, aunque, según fuentes del departamento, las maniobras tendrán carácter combinado para que puedan participar también la Armada y el Ejército de Tierra.

Con estos ejercicios, Defensa pretende probar la efectividad del armamento, algo que puede realizar en pocas ocasiones de formareal, ya que se está imponiendo el uso de simuladores, que ahorran combustible y hacen que el piloto tenga las mismas sensaciones que si volara y esté obligado a tomar decisiones como si estuviese montado de verdad en un aparato.

Pese a que los pilotos españoles usan pocas veces sus armas, realizan muchas horas de vuelo para su entrenamiento. La media de horas de vuelo de un piloto español fue de 220 el año pasado, frente a las 180 que recomienda la OTAN.

Durante las maniobras del hundimiento del"Churruca", una bomba lanzada por un F-18 impactó a unos 1.000 metros del buque insignia de la Armada española, desde donde don Juan Carlos y otras autoridades militares presenciaban el acto.

La caída de la bomba provocó un "ligerísimo movimiento" en el buque, aunque, en ningún momento, según Defensa, el monarca y sus acompañantes corrieron peligro.