Según informaron fuentes ministeriales, en el primer sorteo, que será el próximo mes de noviembre, los soldados podrán optar entre 26.775 plazas, que suponen el 13 por ciento de todos los destinos de 1992. Se reparten entre las 19 reiones y zonas militares y abarcan 42 áreas de actividad distintas.

Más del 70 por ciento de los sorteados serán destinados a la demarcación territorial en la que residen, pero dentro de ella cada uno podrá elegir hasta un máximo de 10 destinos de acuerdo con sus preferencias, así como determinar el tipo de actividad que quiera desarrollar según sus conocimientos y aptitudes.

Las mismas fuentes precisaron que, en caso de que el número de solicitantes sea superior al de plazas ofertadas, darán prioidad a aquellos que puedan acreditar la titulación o experiencia relacionada con la ocupación solicitada; estar casado o tener familiares a su cargo; contar con hermanos que hayan cumplido el servicio militar, o si cumplen los 19 años en 1992.

Las zonas militares del centro, sur y Canarias del Ejército de Tierra son las que mayor número de plazas ofertan, con 4.005, 2.601 y 2.700, respectivamente, a repartir entre cuatro llamamientos.

En la Armada, la zona marítima con mayor número de destinos a legir es la del Estrecho, con un total de 1.200 plazas en los 6 llamamientos que se producirán en 1992, y la que menos la Jurisdicción Central, con 300 plazas.

El Ejército de Aire, que cuenta con cuatro fechas de incorporación durante el 92, tienen más plazas disponibles en Canarias, en concreto 1.800, mientras que la segunda región aérea es la que menos, con 400.

Esta oferta supone una notable innovación con respecto al sistema de reclutamiento, pero además, los jóvenes que hagan la mili en 1992 serán los primeros en cumplir sólo 9 meses de servicio, por lo que Defensa tratará de evitar que los pertenecientes al último llamamiento del 91 se licencien después que los del primer llamamiento del año siguiente.