Así se explica en una carta oficial que el director del Gabinete Técnico del Ministro, José María Treviño Ruiz, remitió, con fecha de 10 de enero de 2001, a Enrique Delgado, portavoz de la organización melillense Colectivo Ciudadano para la Supresión de los Síbolos Franquistas, a quien contesta negativamente a la petición de que se quiten esas placas de la Comandancia Militar.

En la citada misiva, a la que tuvo acceso Servimedia, Treviño, tras señalar que "le escribo por indicación del Ministro de Defensa", Federico Trillo, después de "recabar los correspondientes informes y de escuchar a todas las partes afectadas por el problema que usted viene a plantear", defiende que monumentos y símbolos franquistas forman ya parte, como los que todavía perduran de éocas republicanas, de un legado histórico que resulta inadecuado retirar de edificios y calles.

"Como bien sabe", señala la carta, "un pueblo que olvida su propia historia más tarde o más temprano se verá obligado a repetirla. En este sentido, el ejemplo que da la Administración en Melilla -la de Defensa incluida- es paradigmático, pues en un breve recorrido por un puñado de calles pueden extraerse las mejores lecciones que la historia nos ofrece".

Aduce como ejemplo que "en la fachada del casinomilitar, instalación perteneciente también a este Ministerio, se puede ver el escudo de la República tanto en el dintel de la puerta principal como en el coronamiento del edificio, y que en el reverso del monumento a los héroes de las campañas de Africa también aparece el escudo republicano".

"Es por ello", agrega, "que en el esfuerzo de reconciliación entre todos los españoles que alienta su Majestad el Rey desde hace veinticinco años y que todas las administraciones en este tiempo se han preocupado e impulsar desde la legalidad constitucional y el respaldo democrático, parezca inadecuado atender a la solicitud que usted plantea".

Además, el alto cargo de Defensa (que es capitán de navío) deplora las acciones realizadas por el denominado Grupo Grafiti Antifranquista, que en distintos actos de protesta contra la permanencia de símbolos y estatuas franquistas en Melilla ha cubierto de pintura algunas de ellas.

"Es lamentable", indica la carta, "que el vandalismo y la falta de respeto democrátio del autodenominado grupo grafiti antifranquista y las acciones realizadas contra la Cruz de los Caidos, el monumento a los Alféreces provisionales, el monumento a la Victoria o la estatua al Comandante Franco, vengan a empañar, precisamente, esta oportunidad de obtener el mejor provecho de lo que todos nuestros antepasados nos legaron, lo que ha originado protestas por parte de determinados sectores de la población melillense".

Por la última de estas acciones, contra el Monumento a la Victoria, la Cudad Autónoma de Melilla acordó el pasado 2 de febrero denunciar a cuatro personas, entre ellas Enrique Delgado, a las que acusa de haber realizado las pintadas. En las diligencias hasta ahora realizadas en el juzgado número 4 de Melilla, la Ciudad Autónoma ha exigido la imposición de una multa y una indemnización de millón y medio de pesetas por los gastos de repintar el monumento.

CALLEJERO FRANQUISTA

Según el Colectivo Ciudadano para la Supresión de los Símbolos Franquistas, en Melilla hay, ademá de estatuas, monumentos y otra simbología franquista, 56 calles dedicadas a falangistas y miembros del Ejército de Franco.

Este colectivo (del que forman parte PSOE, IU, Izquierda Republicana, CCOO y UGT, entre otras organizaciones), entiende que está completamente fuera de lugar el paralelismo establecido por el Ministerio de Defensa entre los símbolos de una dictadura de cuarenta años y los republicanos.

A este respecto, Félix Rodríguez, responsable de Izquierda Republicana, dijo a esta agenci que no puede justificarse la proliferación de simbología franquista en Melilla alegando que hay también dos pequeños símbolos republicanos.

Agregó que "no puede compararse a la Segunda República, un régimen legal, con el régimen de Franco, que se originó por la fuerza de las armas".

El último parte de la Guerra Civil, reproducido en las placas de la Comandancia Militar, dice textualmente: "Cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. a guerra ha terminado". El parte está firmado por "el Generalísimo Franco", en Burgos, a 1 de abril de 1939.