Debate sobre las medidas económicas (10) CRONICA DE AMBIENTE -------------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

La actuación de los grupos parlamentarios mayoritarios -socialista y popular- contribuyó a bipolarizar el debate entre sus líderes, Felipe González y José María Aznar, los únicos que pronunciaron sus discursos con lleno en la Cámara. Después de sus discursos, el hemiciclo se fue vaciado sobre todo en los escaños de la derecha, hasta el momento en que de nuevo tomó la palabra González en el turno de réplica.

Ambos grupos estuvieron muy activos durante esas intervenciones: aplausos a sus líderes (más lo del PP al principio, los socialistas en el tramo final), murmullos cuando intervenía el contrario -el presidente de la Cámara tuvo que pedir silencio en varias ocasiones sobre todo cuando hablaba Aznar, que aguantaba estoico con una sonrisa-, y incluso algún grito como "¡el telediari!" que salió de las filas populares cuando González tomó la palabra en la replica justo a las ocho y media de la noche.

Aznar y su segundo, Francisco Alvarez Cascos, permanecieron casi todo el tiempo en el hemiciclo, tomando notas. Recordaban al dúo Felipe González y Alfonso Guerra de años atrás. Ambos se cruzaron una mirada significativa cuando el peneuvista Olabarría afirmó que el desempleo no era sólo culpa del Gobierno. El PNV volvía a echar una mano a González y se alejaba de las tesis de los poplares.

En esta ocasión, Alfonso Guerra, situado detrás del banco azul, pasó la mayor parte del debate leyendo, primero un documento, después una revista francesa, finalmente un libro, incluso realizo un pequeño dibujo. Estuvo presente, pero distante. La popular Isabel Tocino también desplegó una intensa actividad lectora, tras abrir su correspondencia parlamentaria.

El presidente del Gobierno optó por mantener un mensaje de estadista -con algunas alusiones a sus "colegas" los presidentes de los gbiernos europeos- sin entrar a responder a algunas de las críticas mas demagógicas. Su frase "no estoy dispuesto a decir algo que no crea a mis conciudadanos", y su acusación a los populares de carecer de alternativa seria de Gobierno arrancaron los mayores aplausos de los socialistas. Esta última referencia también provocó los abucheos de los populares.

Durante la intervención de Anguita, sólo estaban en el hemiciclo la mitad de los diputados, y muchos de ellos en animada tertulia.

(SERVIMEDIA)
01 Mar 1993
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