Durante su discurso en el debate sobre el Estado de la Nación, Zapatero criticó cómo el Gobierno del PP ha permitido que "la especulación se adueñe del mercado inmobiliario", a la vez que confían a la construcción y el mercado de la vivienda "buena parte de la riqueza y del futuro del país".

El líder del PSOE lamentó que el PP confíe el crecimiento de la economía española únicamente a la construcción "enterrando en ladrillos la mayor pare de nuestra energía productiva", sin que esto evite, por otra parte, la carestía de la vivienda, que es un "grave problema" para jóvenes y gente de escasos recursos.

Si el PSOE gana las próximas elecciones "la vivienda no será un negocio de especuladores", como es actualmente, auguró Zapatero, antes de anunciar que el PSOE ampliará la oferta de suelo protegido, impulsará 250.000 viviendas anuales a "precio accesible" y reformará la ley del suelo "para seguir evitando la especulación".

PLAN ECONOMIC

Zapatero adelantó el plan económico del PSOE para el futuro, después de asegurar que el actual modelo del PP está agotado y sólo ha conseguido privatizar empresas y dejarlas en manos de "sus amigos", además de frenar la productividad y la I+D.

El PSOE pretende acometer, en caso de llegar al Gobierno en marzo próximo, un "plan de choque" en Investigación y Desarrollo (I+D), e impulsará la competencia con unos órganos de regulación más fuertes e independientes, además de impulsar la competencia ensectores básicos como la electricidad y el gas.

También anunció la puesta en marcha de una Ley Básica de Derechos Sociales, que garantice a los mayores la atención domiciliaria o en residencia y a los pequeños de 0 a 3 años que tienen un lugar donde sean cuidados y educados.

IGUALDAD

En esta línea, anunció la creación de una Agencia Pública de igualdad laboral entre hombres y mujeres, para evitar que persistan las actuales discriminaciones salariales de las féminas respecto a los varones.

n este sentido, anunció la "perentoria necesidad" de modernizar los Servicios Públicos de Empleo, impulsar la responsabilidad social de las empresas y avanzar en la creación de una oficina presupuestaria.

Como cierre a todos estos anuncios, Zapatero se dirigió a Aznar y le preguntó si le gustaba esta política económico-social, y le recordó que "son sus compromisos de 1996" que, obviamente, no ha cumplido.

ESPAÑA ESTANCADA

Antes de lanzar sus propuestas económicas, el líder del PSOE hizo un recorido por las lagunas del PP en su etapa gubernamental.

"No mejoramos estructura productiva, ni mejoramos carreteras, ni mantenemos la red ferroviaria ni los aeropuertos", resumió Zapatero, antes de denunciar que el crecimiento de la productividad está "estancado en España".

Espetó al Gobierno que el crecimiento actual de España es "insostenible" porque está basado en el crecimiento inmobiliario y, sobre todo, en los fondos procedentes de las arcas comunitarias. "Sin ello, el crecimiento sería infrior a la media de la UE", le recordó Zapatero a Aznar.

Además, lamentó que España sea el tercer país de la UE en inversión pública en I+D y que el Plan Info XXI "sea mentira", con tres ministros de Ciencia y Tecnología en poco tiempo.

TELEFONICA

Zapatero fue especialmente duro con la política de privatizaciones del Gobierno de José María Aznar y aseguró que se basa en dar las empresas públicas a sus amigos.

En este sentido, se refirió al caso de Telefónica, de la que dijo que ha invertidoun billón de pesetas en intentar configurar un grupo de comunicación afín al Gobierno, sin conseguirlo.

Seguramente, según Zapatero, de estos gastos no estarán muy satisfechos los accionistas de Telefónica ni los 15.000 trabajadores que ahora van a ser despedidos de la operadora. "La gran mentira es la demostración de la privatización de Telefónica", dijo.

Lo mismo ha sucedido en energía, con apagones este verano sin que el Gobierno pueda garantizar el servicio. "Ustedes no son liberales, son intrvencionistas como ha sido siempre la derecha española. Intervencionismo arbitrario e interesado que daña a la economía de mercado", resumió Zapatero.

Finalmente, lamentó que lo único en que compite la economía española es en sus bajos salarios, debido a la temporalidad y precariedad en el empleo.