DEBATE NACION. EL PSOE DESPIDE A AZNAR CON PAÑUELOS E SU ULTIMO DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA NACION

- Rato organizaba y filtraba los papeles al presidente durante el careo con Rodríguez Zapatero

- Rudi pide orden a los diputados y les recuerda que "esto no es un campo de fútbol"

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Gobierno, José María Aznar, fue despedido en su último Debate sobre el Estado de la Nación con pañuelos blancos y con cánticos jocosos de "adiós, adiós" desde los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.

Algunos diputads del PSOE como Alvaro Cuesta y Leire Pajín expresaron su satisfacción por la retirada de la política de José María Aznar al final de la legislatura en cada una de las intervenciones del jefe del Ejecutivo.

La otra expresión más repetida durante el careo con el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, fue la acusación de "mentiroso" al presidente, por los argumentos esgrimidos para atacar al régimen iraquí de Sadam Husein y por los motivos que han originado la crisis política de la Cmunidad de Madrid.

Los escaños del Grupo Popular no reprimieron su enojo por estas acusaciones y respondieron con abucheos, gritos e insultos cada vez que algún parlamentario socialista ponía en cuestión la sinceridad de José María Aznar. Al final de la réplica, despidieron al líder del PP con cánticos de "mentiroso, mentiroso".

La presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, tuvo que intervenir para calmar los ánimos entre uno y otro lado del hemiciclo e incluso reclamó silencio a los diputadosde ambas formaciones mientras recordaba que "esto no es un campo de fútbol".

El Grupo Socialista mostró una vez más su descontento con la actitud de la presidenta de la Cámara Baja, que negó un turno de contrarréplica a Zapatero al final del careo y dio por concluido el debate entre ambos dirigentes.

Algunos diputados del Partido Popular mediaron irónicamente en favor de Zapatero y solicitaron a Rudi que permitiera seguir al secretario general del PSOE. Luego, en los pasillos de la cámara, argumetaban que las contradicciones del líder socialista son la mejor propaganda del PP.

COMUNIDAD DE MADRID

Las palabras sobre la crisis de la Comunidad de Madrid calentaron el debate cada vez que uno de los dos intervinientes daba su versión sobre la disidencia de los diputados socialista Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez.

Cuando Zapatero pedía responsabilidades, el popular Vicente Martínez-Pujalte señalaba con el dedo al secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y gritaba "Pepiño, dimisió". Cuando Aznar atribuía la implicación de varios militantes del PP a las casualidades, los socialistas respondían: "¡falso!", "¡mentira!".

Los parlamentarios populares trataron de despistar constantemente a Zapatero durante su intervención con comentarios y proclamas contra el líder del PSOE. Resaltaron las alusiones al presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, y las dudas sobre si Zapatero será finalmente el candidato socialista a La Moncloa en las generales de 2004.

RATO FILTRA LOS PAPELES

El vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, tuvo una participación especial durante toda la intervención de José Luis Rodríguez Zapatero con la preparación de argumentos y la selección de documentos a José María Aznar.

Rato no paró en ningún momento de seleccionar papeles y filtrar notas, que pasaban otros ministros al presidente, para que éste preparase la réplica al secretario general del Partido Socialista.

Mientras Rajoy escuchaba sereno a Zapatero, tanto el ministro de Economía coo el titular de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, aportaban datos y argumentos a Aznar. Javier Arenas, lejos del presidente, permanecía quieto en su escaño sin tomar notas.

Cascos, en cambio, mandaba a varios diputados populares a por documentos y papeles constamente que, primero, cotejaba y, luego, resumía, antes de pasar de mano en mano de cada uno de los ministros hasta el líder de los populares.

En la última intervención de Zapatero, telefoneó directamente al escaño del vicepresidente primer, Mariano Rajoy, para hacerle varias indicaciones y que éste se las trasladara posteriormente a Aznar.

La tribuna del Congreso se llenó de gente en el careo entre Aznar y Zapatero. A la presencia de Juan José Lucas y Alfredo Prada, los máximos dirigentes del Senado, se sumaron el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias; el secretario general del PSC, Pasqual Maragall; el secretario general del PSPV, Joan Ignaci Pla; el secretario general de Juventudes Socialistas, Herik Campos; la presidenta de Nueva Generaciones, Carmen Fúnez; y, especialmente, el presidente del Senado de Chile, Andrés Zaldívar Larrain.

(SERVIMEDIA)
30 Jun 2003
PAI