"Borrell había preparado su discurso. Era el día en que se estrenaba y había muchas expectativas sobre su estreno parlamentario, y fue un espectáculo bochornoso ver cómo, desde mi punto de vista, estaba organizado un cierto gamberrismo institucional (por parte del Grupo Popular)", manifestó Bono a la Cadena Cope.

El presidente castellano-manchego añadió que ese"gamberrismo institucional organizado" incluía diálogos entre los diputados populares, el uso del teléfono en la Cámara, la emisión de ruidos y, en definitiva, impedir que se pudiera escuchar al candidato socialista.

"Incluso Trillo tuvo que llamar al orden y por su nombre a varios diputados del PP" recordó. "Cuando se pierden las formas, difícilmente se puede ganar en los contenidos. Más que primarias, a veces lo que faltan son estudios primarios de educación".

Bono subrayó que el discurso "monoorde y aburrido" de José María Aznar no tiene nada que ver con la "viveza dialéctica y la fuerza" de Borrell, pero insistió en que a éste "le intentaron hacer el gamberreo, y es muy difícil hacerse oír, especialmente cuando hay un grupo de diputados, respetabilísimos en sus casas y en sus provincias, que ahí (en el Congreso) se comportaron de un modo verdaderamente inaudito".

UNA ANTIGUALLA

Respecto a un posible acercamiento de posiciones entre el PSOE e Izquierda Unida para hacer un frente común cuo objetivo sería derrotar al PP, el presidente autonómico afirmó: "Mucho tiene que cambiar Anguita para que nos entendamos o (...) mucho tendremos que cambiar nosotros para entendernos con el señor Anguita, que al parecer no está dispuesto a cambiar nada".

"Yo creo que, a estas alturas del siglo, el comunismo es una antigualla" remachó. "Dentro de IU, es verdad que hay personas que no son comunistas, las menos. Con el comunismo no hay nada que hacer y con el señor Anguita prácticamente nada, porque esun hombre con un carácter y con unas maneras de ser bastante adversas a lo que significa el socialismo democrático".