Aznar se ofreció a dar al dirigente de la oposición toda la información necesaria sobre el uso que de esta norma se ha venido haciendo en los distitos países de la UE.

La supresión del derecho de asilo, dijo Aznar, es necesaria "para progresar en la lucha antiterrorista", por lo que pidió a Anguita, dando por supuesta su buena fe al expresar su posición, que reflexione sobre el uso que los violentos hacen de esta legislación para burlar la justicia.

En su respuesta al dirigente de IU, el presidente del Gobierno le ofreció una actitud receptiva y la posibilidad de diálogo permanente, aun cuando las divergencias entre los proyectos que ambos efienden sean profundas.

Aznar reconoció que no está de acuerdo "en casi nada" con Julio Anguita, pero destacó la "coherencia" del líder de IU. Con este escenario previo defendió su política económica como "la mejor que conozco" y dijo respetar el modelo de la coalición de izquierda, aunque "no lo puedo compartir".

En este sentido, Anguita insistió en que el modelo de sociedad que defiende es radicalmente distinto e irreconciliable con el de Aznar. Reiteró su defensa del objetivo del pleno empleoy afirmó que su proyecto se ajusta a lo que promulga la Constitución.

A su juicio, ambos modelos "se autoexcluyen y no se pueden pactar o transaccionar", por lo que constató lo irreconciliable de sus posiciones con las que mantiene el Gobierno.