Según una de las madres afectadas, Isabel Paniagua, el sacerdote no permitirá a ninguno de estos matrimonios participar en la misa, confesarse ni comulgar hasta que todos ellos estén casados por la Iglesia.

Esta mujer explicó a Servimedia que el párroco de dicho pueblo considera que "vivimos n lo que la Iglesia conoce como uniones irregulares, donde se incluye a los matrimonios civiles y a las parejas de hecho, separadas o divorciadas".

Isabel Paniagua asegura que este tipo de comportamientos no tienen explicación a las puertas del siglo XXI y que "sólo nos queda la denuncia pública, porque me temo que la autoridad eclesiástica los apoya".

Asimismo, esta mujer ha denunciado que el párroco de Yuncos bautiza a los hijos de "uniones irregulares" por separado, ya que los hijos de matrimoios católicos son bautizados los domingos por la mañana, mientras que el resto lo son el sábado por la tarde.

Por su parte, el sacerdote justificó su decisión aludiendo a la encíclica "Familiaris consorcio", de Juan Pablo II, que impide a los integrantes de las llamadas "uniones irregulares" participar en los sacramentos.

En declaraciones a "Diario 16" de Castilla-La Mancha, Martínez-Conde considera que este documento "trata con claridad la situación de estas parejas, pero no las excluye de otrascosas como acudir a la Iglesia, a pesar de haber elegido como forma de vida las uniones de hecho".