La cúpula etarra ordenó realizar varios atentados conjuntos -----------------------------------------------------------
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Tres atentados terroristas, imputados a la banda terrorista ETA, sembraron hoy el pánico en Madrid y causaron la muertea un teniente del Ejército y heridas a dos mujeres, a una niña de 13 años y a un comandante del Alto Estado Mayor.
En los últimos documentos incautados a ETA, a los que ha tenido acceso Servimedia, la cúpula de la organización ordenaba a sus "comandos" realizar varios atentados conjuntos en la capital de España para conseguir una mayor repercusión.
Según los papeles, las acciones tendrían que efectuarse de forma encadenada, con el fin de conseguir un mayor efecto publicitario y psicológico, porqu todo lo que se hace en Madrid "hace un daño increíble".
Las tres acciones terroristas alarmaron a los ciudadanos de Madrid, en especial a los vecinos de los barrios afectados, que han convocado para esta tarde una manifestación para mostrar su repulsa por estos hechos.
Nada más producirse el primer atentado, el Ministerio del Interior activó la denominada "Operación Jaula" para controlar los accesos y salidas de la capital de España, lo que provocó importantes atascos y retenciones.
TENIENTE AESINADO
El primer atentado ocurrió poco antes de las ocho de la mañana y provocó la muerte del teniente del Ejército de Tierra Francisco Carballar Muñoz, de 47 años, al estallar un artefacto colocado en su automóvil.
La explosión se produjo cuando el militar arrancó su coche, un "Peugeot 309", matrícula M-8668-HY, que estaba aparcado frente al número 102 de la calle Duquesa de Parcent, en el barrio de Aluche y en las cercanías de su casa.
El estallido de la bomba, que estaba adosada a los baos del vehículo, provocó la muerte en el acto de Francisco Carballar y causó heridas leves a la niña Cristina Hoyos, de 8 años, que estaba en su casa y recibió impactos de cristales rotos.
El teniente estaba casado, tenía cinco hijos, vivía en el número 112 de la calle Duquesa de Parcent y estaba destinado en El Pardo. El vehículo del militar quedó prácticamente destrozado y varias viviendas de los alrededores sufrieron la rotura de cristales y desperfectos en sus fachadas.
A 200 METROS
Media hra después, y a unos 200 metros del lugar donde Francisco Carballar fue asesinado, hizo explosión otro coche-bomba que provocó heridas muy graves a una funcionaria de la comisaría de Cármenes y a su hija, de 13 años, que perdió las dos piernas y un brazo.
La bomba, posiblemente del sistema péndulo, hizo explosión cuando el "Seat 127" matrícula H-1293-D que conducía la funcionaria circulaba frente al Colegio San Juan García, situado en el número 57 de la calle Camarena.
Debido a la explosión, Marí Jesús González Gutiérrez, de 40 años, auxiliar administrativa del Estado destinada en el servicio de la oficina del DNI de la comisaría de Cármenes, sufrió la amputación de la pierna derecha, mano derecha y antebrazo izquierdo.
Su hija, Irene Villa González, de 13 años, ha perdido las dos piernas y uno de los brazos, debido a que ocupaba el asiento del acompañante del conductor. El coche quedó completamente destrozado.
Según fuentes oficiales, los terroristas pretendían que la mujer llegase a sutrabajo y que una vez allí estallase el artefacto. Sin embargo, éste hizo explosión cuando llevaba a su hija al colegio.
En la calle se podían apreciar grandes manchas de sangre y los apuntes y libros destrozados con los que Irene estudiaba. Vecinos de la zona comentaron que ayer por la noche varios individuos sospechosos estuvieron mirando los coches aparcados.
María Jesús González quedó ingresada en el Hospital Doce de Octubre y su hija en el Hospital Militar Gómez Ulla. El estado de ambas herias es de extrema gravedad y se teme por su vida.
PSICOSIS
Tras la segunda explosión, comenzó a circular el rumor de que los terroristas habían colocado otro coche-bomba en Madrid. Lo que en principio fue atribuido a una alarma ciudadana sin base, se confirmó a las once y veinte de la mañana, cuando estalló otro artefacto en el vehículo del comandante del Alto Estado Mayor Rafael Villalobos Villa.
La explosión de la bomba, del mismo sistema de las dos anteriores y adosada también con imanes a lo bajos del vehículo, amputó las dos piernas al comandante, que también perdió varios dedos de la mano derecha. Además, provocó heridas leves a su hermana María Antonia Villalobos, que no acudió hoy a su trabajo por circunstancias personales.
El militar quedó atrapado entre los hierros del coche, un "Talbot 150" de color marrón, matrícula M-0746-CV. El estallido se produjo cuando el comandante arrancó el vehículo, a la altura del número 16 de la calle Pablo Casal, a menos de 200 metros del Colegio Ermia del Santo.
Rafael Villalobos, de 37 años, casado y con dos hijas, fue trasladado al Hospital Clínico, mientras que su hermana fue llevada al Hospital Militar Gómez Ulla.
El estado de Rafael Villalobos es de extrema gravedad, ya que además la onda expansiva le destrozó órganos internos y le afectó a los intestinos.
Una joven testigo de los hechos declaró a Servimedia que, al principio, pensaron que la explosión fue en el colegio. "Yo bajé gritando ¡mis hermanos, mis hermanos!. Cuando lleguéa la calle estaban varios coches abollados y sus puertas por la carretera", relató.
"Un hombre y una mujer intentaban sacar del coche al herido, que estaba vivo, y otra señora decía ¡mi marido, mi marido. Lo han matado!. El hombre tenía las piertas cortadas y no se le podía sacar", agregó la muchacha.
Según los vecinos, la explosión fue muy fuerte, toda la calle se cubrió de un espeso humo negro y un pie del militar fue recogido a varios metros del coche.
INDIGNACION
El alcalde de Madrid, osé María Alvarez del Manzano, y el delegado del Gobierno, Segismundo Crespo, se trasladaron al lugar de los atentados y visitaron a los heridos.
Ambos expresaron su "indignación" por las acciones terroristas, que calificaron de "absurdas" y que siegan la vida a personas inocentes que no han hecho nada.
Los vecinos de la zona de Aluche expresaron asimismo su indignación y acusaron a la policía de proteger a los delincuentes y de no hacer nada por los "ciudadanos honrados". La presencia de la prena contribuyó a crispar más los ánimos de los vecinos, que no eran capaces de contener su ira cuando estalló la segunda bomba.
El ruido sembró la confusión entre los curiosos y policías, mientras que los periodistas que habían acudido al lugar fueron los primeros en contemplar los efectos del segundo atentado y en ver los cuerpos de las dos mujeres destrozados.
Sobre las doce y media de la mañana, la Policía Municipal recibió una alerta sobre la existencia de otro vehículo sospechoso aparcado en e canódromo del barrio de Canillejas. Los agentes desplazados a la zona no encontraron nada anormal en esa instalación ni en el otro canódromo, instalado en el barrio de Carabanchel.
Las asociaciones vecinales del distrito de Latina y los comerciantes del barrio de Aluche han convocado una manifestación para esta tarde para protestar contra el terrorismo. Los ciudadanos recorrerán las calles Camarena, Duquesa de Parcent y los Yébenes.
(SERVIMEDIA)
17 Oct 1991
C