Así lo indicó Vehí en declaraciones ante los medios en el patio del Congreso, donde comentó que esta ley tiene un “planteamiento político de fondo que no compartimos”, ya que las mujeres y las trabajadoras sexuales “necesitan derechos”. “Si se quiere acabar con la violencia machista se deben de dar derechos y no se puede perseguir a las trabajadoras sexuales”, añadió.

Asimismo, Vehí recordó que la CUP se abstuvo en la primera fase de tramitación de esta ley por dos cuestiones. La primera, comentó, es la “persecución” de las personas sexuales. “A pesar de que teníamos la palabra de algunos grupos de izquierda, incluso del Ministerio de Igualdad, de que volvería del Senado al Congreso con que la persecución de la publicidad ilícita habría desaparecido, esto no es así”, afeó.

La segunda cuestión era “el uso solo del Código Penal para solucionar las cuestiones de violencia machista”, ya que este partido cree que esa “no es una buena salida” ni “un buen camino” para acabar con este tipo de violencia.