Según informaron fuentes gubernamentales a Servimedia, la cumbre de la Alianza Atlántica, que acogerá Madrid coincidiendo con el 40 aniversario del ingreso de España en la OTAN, ha sido la causa de que la semana del Orgullo se deba retrasar. Hay que tener en cuenta que, aunque suele iniciarse sobre el 24 de junio, oficialmente arranca el 28 de junio en conmemoración de los disturbios de Stonewall (Nueva York, EEUU) ocurridos en el año 1969, que marcaron el inicio del movimiento de liberación homosexual.

Este miércoles, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (Felgtbi+), el colectivo Lgtbi+ de Madrid (Cogam) y la Asociación de Empresas y Profesionales para Gais y Lesbianas de Madrid (Aegal) subrayaron la importancia de que el próximo Madrid Orgullo 2022 (MADO) “vuelva a celebrarse” en el centro de Madrid, “con todas las garantías de movilidad y de participación para toda la comunidad Lgtbiq+”.

Las tres entidades destacaron que “después de dos años marcados por la pandemia de la covid-19, en los que la invisibilidad del colectivo ha sido directamente proporcional al aumento de los discursos de odio y de los delitos de odio en toda Europa y en el mundo”, el Orgullo “vuelve a las calles de Madrid con más fuerza que nunca por la reivindicación de la igualdad en diversidad”.

Y volverá a las calles, pero una semana después, por primera vez en la historia de su celebración. Las citadas fuentes señalaron que, desde las primeras reuniones previas para la preparación de la cumbre de la OTAN, se consideró que su coincidencia en fechas con el Orgullo (MADO) iba a suponer difícil de casar, y con más motivo cuando se espera una masiva asistencia ya que se celebra el 30 aniversario de la celebración de esta fiesta, que arrancó con el Orgullo de 1992.

INVASIÓN RUSA

Inicialmente, el MADO estaba previsto desde el 24 de junio hasta el 3 de julio, pero tanto el Ministerio del Interior como la Delegación del Gobierno albergaban dudas de la viabilidad de celebrar los dos eventos en las mismas fechas, toda vez que Madrid se blindará por la cumbre de la OTAN, a la que asistirán las delegaciones de los treinta aliados, y para la que se ha despejado el calendario de eventos de la capital para centrar toda la seguridad en un solo acontecimiento.

A este respecto, el 9 de marzo hubo una reunión entre la organización del MADO y Delegación del Gobierno, a la que asistió la delegada de seguridad del Ayuntamiento de Madrid, inmaculada Sanz. En dicho encuentro, la delegada del Gobierno, Mercedes González, planteó las dificultades que la coincidencia de fechas generaba para celebrar un Orgullo con normalidad.

Cabe recordar que en la madrugada del 24 de febrero las tropas de la Federación Rusa comenzaron su invasión de Ucrania, por lo que la Cumbre de la OTAN se celebrará en medio de un escenario geopolítico especialmente complicado, y de la misma se espera una respuesta especialmente contundente contra Vladímir Putin, a través del llamado ‘Concepto Estratégico’ que marcará las líneas de actuación de la Alianza hasta 2030.

A ello se suma que, como viene siendo habitual, cualquier evento realizado por la OTAN conlleva desde hace años la convocatoria en paralelo de protestas y manifestaciones de colectivos contrarios a la misma.

Todas estas circunstancias se pusieron sobre la mesa para consideración de los organizadores del MADO, a quienes también se les explicó que las reuniones de trabajo se celebrarán en Ifema, y está previsto que los líderes celebren una cena en el Prado y sean recibidos en Palacio Real. Durante dos días, los principales hoteles céntricos colgarán el cartel de completo por las delegaciones de cada uno de los líderes mundiales que acudirán al evento.

En el citado encuentro, la delegada del Gobierno instó a los organizadores del Orgullo a acordar por su cuenta las mejores fechas para la celebración, vistas las circunstancias, y se emplazaron a una posterior reunión para concretar los detalles.

La siguiente reunión se produjo el pasado 22 marzo, y a los interlocutores de la anterior cita se sumó el secretario de Estado, Rafael Pérez, quien expuso los requerimientos de seguridad que supondrá la cumbre de la OTAN, y las barreras a la movilidad que se impondrán en las calles de la capital.

Fuentes gubernamentales señalaron que los organizadores del MADO, tras analizar las especiales circunstancias que concurrían, plantearon retrasar la celebración una semana, y confiar en que el colectivo comprendiera la importancia que supone primar la movilidad de los asistentes, y mantener la visibilidad de la fiesta y las reivindicaciones, sin que ambas cuestiones se vean alteradas por la cumbre de la OTAN.