"Yo no culparía de estos incidentes a las autoridades portuguesas, porque si están echando a estos pescadores y no se van, y además burlan a las patrulleras, no sé qué haría cada cual en este sentido", explicó Albarrán Brito en relación al hostigamiento del que fueron objeto varias embarcaciones con base en los puertos de Ayamonte e Isla Cristina.

Asmismo, el patrón de esta cofradía de pescadores justificó la actuación de las autoridades lusas al señalar que si sus patrulleras lanzan disparos intimidatorios al aire, se debe, en la mayoría de las ocasiones, a que los pesqueros españoles que faenan en la zona lo hacen ilegalmente, ya que "lo mismo pescan en aguas españolas como portuguesas".

A su juicio, el furtivismo en la desembocadura del río Guadiana se debe al vacío legal existente, ya que la pesca en esta zona no está regulada por ningún convnio.

Al mismo tiempo, Albarrán Brito expresó su preocupación por la finalización del tratado bilateral de pesca hispano-portugués, el próximo 31 de diciembre, y por que aún no exista una respuesta por parte de ambas administraciones sobre si el convenio será o no prorrogado.