El 60 por ciento de estas operacioes respondieron a llamadas de particulares, mientras que el resto se realizaron en locales municipales, aunque en este segundo caso los tratamientos fueron fundamentalmente preventivos, según indica el último número de la revista "Calidad de Vida", editada por el área de Salud Pública del Ayuntamiento.

La veterinaria del PDDD Paloma Estrada Pérez señala en la mencionada publicación que junio de 1992 fue el mes que registró más servicios de eliminación de cucarachas a particulares, unos 140, seguido deabril, mayo, julio y octubre de ese año (cerca de 80 cada uno).

Por lo general, las actuaciones en domicilios particulares superaron en todos los distritos de la ciudad a las efectuadas en edificios del Ayuntamiento, salvo en Arganzuela y Moncloa, por la desinsectación del Matadero Municipal y del Pabellón de Mayorales, respectivamente.

TRANSMISORAS DE GERMENES

Las cucarachas, además de ser desagradables, pueden transportar numerosísimos gérmenes patógenos, como bacterias, virus, protozoos, hueos de helmintos u hongos.

Sin embargo, su peligrosidad es reducida, según Estrada, porque "su radio de acción es limitado y porque el hombre no es su objetivo directo: la transmisión de enfermedades a través de estos artrópodos puede ocurrir sólo indirectamente, por ejemplo, mediante el consumo de un alimento contaminado".

De entre las cerca de 3.500 especies de cucarachas existentes en el mundo, en Madrid sólo se han encontrado tres: la cucaracha rubia o alemana, la más abundante; la negra y la mericana, la de mayor tamaño, pero muy escasa en la capital.

Estos insectos, propios de zonas tropicales o subtropicales, se adaptan fácilmente a otros hábitats siempre y cuando haya alimentos, calor y refugio. La ordenanza municipal de 1990 establece que los locales públicos de comidas deben realizar desinsectaciones al menos cada seis meses.