Rodríguez reconoció que el nombramiento del embajador significa la "solución de un problema generado por el Gobierno cubano al denegar el placet" al diplomático anteriormente designado por el Ejecutivo de José María Aznar.

El portavoz del Gobirno destacó la profesionalidad y experiencia de Junco e insistió en que las relaciones entre el régimen de Castro y España no se han resentido durante los cerca de 500 días en que la jefatura de la legación diplomática española ha estado desierta.

"Las relaciones con Cuba han sido normales", la evolución del comercio con la isla ha mantenido su linea de progreso y "la embajada española ha seguido trabajando al mismo ritmo de siempre, lo único que se ha hecho ahora es nombrar embajador", dijo Rodríguez

Aunque uno de los fundamentales cometidos de Eduardo Junco será preparar la futura visita de los reyes a Cuba, por el momento no hay ninguna novedad sobre el contenido o las fechas del viaje. Tampoco está prevista ninguna visita del presidente de Gobierno español para contribuir a mejorar la relaciones entre ambos países.

El nombramiento del embajador español fue acordado la pasada semana en una conversación entre Fidel Castro y José María Aznar. El portavoz del Gobierno explicó que esa charla fe la culminación de un largo proceso de negociaciones del que no se excluyó la discusión sobre el tratamiento de los etarras que viven en la isla caribeña, asunto sobre el que el Gobierno español quiere mantener la más absoluta discrección.

Sobre las críticas del PSOE por la falta de consenso del Gobierno con el primer partido de la oposición en el nombramiento de Junco, Rodríguez dijo que "en política exterior hay que mantener el consenso entre los partidos, pero de eso a consultar el nombre de los ebajadores para los que se pide el placet hay un trecho que hasta ahora ningún gobierno ha recorrido".