El 2 de diciembre de 1956, Fidel Castro y ochenta hombres habían desembarcado en la provincia de Oriente de la isla para iniciar una estrategia de guerra de guerrillas. Los revolucionarios partieron de Sierra Maestra y llegaron dos años después hasta Santiago de Cuba.

Batista se vio obligado a huir de Cuba en el día de Año Nuevo de 1959 y al día siguiente se declaraba instalada la revolución en la isla, aunque Castro no se proclamó jefe del Gobierno hasta el 15 de febrero de ese año

El primer semestre de 1959 fue decisivo para Cuba y el proyecto revolucionario. A finales de febrero, Castro aprueba una reforma agraria radical y la anulación de las relaciones militares con Estados Unidos. Dos meses más tarde, establece el carácter socialista de la revolución.

Las vertiginosas decisiones de Fidel Castro salpicaron rápidamente a la opinión pública norteamericana, que veía en el nuevo dictador cubano a un enemigo peligroso.

El 14 de abril, el recién elegido presidente John . Kennedy apoya el desembarco militar de un grupo de exiliados cubanos en Bahía Cochinos.

El absoluto fracaso de esta operación militar desencadenó en Cuba una espiral de acontecimientos que continuó hasta la caída del comunismo en Europa: Fidel Castro rompió toda relación con Estados Unidos, quien inició a su vez el bloqueo económico a la isla.

El líder cubano dirigió después sus intereses ideológicos y económicos a los países socialistas europeos, especialmente a su hermana mayor, la ahora extita Unión Soviética.

La disgregación de la URSS y la caída del socialismo en Rusia cortaron gran parte de las relaciones económicas y del grifo de suministros al reducto socialista caribeño, hasta llegar a la extenuación que han vivido los cubanos este último año.