En un conversación telefónica desde Londres, Cabrera Infante señaló que "tanto el viaje del Papa a Cuba como la presencia de Fidel Castro en su recibimiento son sólo muestras de dos pescadores en una charca".

Añadió que el Papa ha ido "a buscar un espacio mayor para la Iglesia católica en Cuba, que ha sido hostigada por Fidel Castro desde el principio, y ahora ha visto la oportunidad de que haya más curas y qe tengan un espacio donde opinar, ya que las opiniones hasta ahora estaban ocupadas con otra clase de religión: el marxismo".

Por su parte, según indicó, Fidel Castro "ha encontrado un filón de propaganda" en la visita, al poder presentarse "como un mandatario magnánimo que, aunque no profesa la fe del Papa, puede oir sus homilías o escuchar sus opiniones, lo que no significa que las vaya a tener en cuenta una vez que se haya ido".

En su opinión, la propaganda derivada del viaje beneficiará a Fidl Castro, "que lleva cuarenta años en el poder y quiere seguir en él hasta que se muera e inclusive perdurar después de muerto".

Cabrera Infante señaló que lo mejor que podría hacer Castro por su pueblo es dejar el poder: "Esa sí sería una actitud beneficiosa para Cuba. Ahora, la actitud del Papa y la de Castro son beneficiosas para el propio Castro".

Sobre el embargo a Cuba, opinó que "no es de ninguna manera un bloqueo y solamente los que repudiaron el embargo a Sudáfrica o a Haití pueden tenermoralmente la razón para repudiar el embargo americano a Cuba".