De acuerdo con las mismas fuentes, en la investigación se les intervino unas conversaciones telefónicas en las que hablaban de sus proyectos de destrucción, si bien no llegaron a conseguir los explosivos ni habían fijado un objetivo concreto.

Sin embargo, fuentes de la investigación indicaron que, ante la Guardia Civil, uno de los detenidos afirmó que el atentado estaba previsto en Madrid para la época de Navidades en un lugar con mucha gente, como la zona de la Puerta del Sol o el Aeropuerto de Barajas.

Además, según las mismas fuentes de la investigación, también tenían pensado recibir apoyo técnico del exterior para montar el artefacto explosivo.

Al parecer, estas cuatro personas viajaron a Granada para celebrar la "Fiesta del Cordero". Sin embargo, fuentes de la investigación sospechan que aprovecharon esta estancia para intentar establecer contactos, al margen de los otros imputados en este caso, que les permitiera adquirir Goma 2, dada la existencia de explotaciones mineras en la zona.

Estos cuatro presuntos salafistas residían en Alicante, pero supuestamente cobraban el "impuesto revolucionario" a argelinos residentes en Granada, llegando a recaudar 480.000 euros, según las mismas fuentes de la investigación.

Fuentes jurídicas indicaron que la financiación del grupo salafista se producía a través de falsificación de tarjetas de crédito y objetos robados (aparatos electrónicos, cámaras y móviles) que luego enviaban a su país natal. Se está investigando cómo y a quién se enviaba este material.

En cuanto al denominado mercurio rojo, los cuatro presuntos salafistas supuestamente buscaron en Internet información sobre este tipo de material y dónde se podía adquirir, según fuentes jurídicas.

Los cuatro salafistas fueron detenidos, junto con otras siete personas, en una operación policial desarrollada la semana pasada en Alicante, Granada y Murcia.

Estas once personas comenzaron a declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ayer a las 10 de la mañana y concluyeron su declaración en la madrugada de hoy.

Tras el interrogatorio, el juez decretó la prisión incondicional para cuatro de ellos (Khaled Bakel, Said Bouchema, Salim Zerbouti y Lyies Sihamida) y dejó en libertad al resto, con obligación de presentarse en el juzgado cada semana o cada quince días, dependiendo de los casos.

Las siete personas que han quedado en libertad son Aissa Benaksas, Kamel Hamdi, Samir Ramdane, Aissat Ben Omar, Sadji Soufiane, Abdelmahid Bouchema y Ahcene Bouchema.

Todos respondieron extensamente a las preguntas que les plantearon tanto el juez como el representante de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.