El consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Simón Casas, ha decarado que este incendio "es un desastre sin precedentes en Aragón, un desastre tremendo".

Casas anunció, asimismo, la petición realizada a otras comunidades autónomas para que en las próximas horas envíen refuerzos que puedan relevar a los efectivos que actualmente trabajan en la extinción del fuego e incluso impulsar las labores que se realizan en la zona.

El fuerte viento y las turbulencias, según han explicado fuentes de la Consejería de Agricultura, han impedido una completa actuación de los edios aéreos en la tarde de hoy, mientras que las altas temperaturas han contribuido también a mantener vivo el incendio.

Alrededor de 400 personas se han movilizado en las tareas de extinción del incendio. Entre ellas se encuentran las 22 cuadrillas forestales del Gobierno de Aragón, las dotaciones de 13 motobombas, bomberos de las diputaciones provinciales de Teruel y Zaragoza y del Ayuntamiento de Zaragoza, un centenar de soldados del Ejército, cuatro bulldozer y una gran cantidad de vecinos y volutarios.

El fuego continúa en un frente cercano a los 30 kilómetros y se estima que la superficie quemada puede superar las 14.000 hectáreas de monte y flora variada. Las llamas han afectado especialmente a pinares y encinares, así como a la fauna asentada en la zona, como es el caso de buitres y de la cabra hispánica.

El perímetro del incendio abarca la extensión situada entre las localidades de Bordón, Castellote, la cola del embalse de Santolea, Cuevas de Cañart, parte de Ejulve, Villarluengo yla localidad castellonense de Mata de Morella.