El juicio se celebró hace dos meses y en él, la Fiscalía solicitó seis años de cárcel y 27 de inhabilitación para Buch, al que acusaba haber contratado como asesor a Escolà en 2018 para que siguiera haciendo tareas de escolta con Puigdemont que había salido del país con la ayuda del policía tras la declaración unilateral de independencia fallida de 2017.

La sentencia impone una pena a Buch cuatro años y medio de prisión y diez y medio de inhabilitación absoluta por malversación, mientras que por el de prevaricación le condena a nueve y medio de inhabilitación especial para desempeñar un empleo o cargo público.

El exconseller y el expolicía también tendrán que indemnizar, conjunta y solidariamente, a las arcas públicas autonómicas con 52.712,26 euros. La sentencia no es firme y admite recurso ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Buch ya ha anunciado su intención de recurrir por considerar que la sentencia es injusta.