A los tres aviones galos que operaban ayer en la Península Ibérica se ha sumado uno. Mientras que los portugueses contribuyen con una aeronave, tras el accidente que sufrió ayer el avión luso que participaba en los trabajos de extinción, en el que murieron cinco personas.

Al igual que avión siniestrado, la aeronave portuguesa que colabora conlos servicios de extinción del Icona es un "Antonov", con capacidad 8.000 litros y con tripulación ucraniana. Los cuatro aparatos franceses son "Canadair", con capacidad para 5.500 litros.

Los aparatos de las repúblicas ex-soviéticas suelen utilizar tripulación de esos países. En España, ocurre una situación similar con los helicópteros rusos que transportan a las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (BRIF).

En el resto de los casos, los hidroaviones y helicóteros son tripulados por mlitares españoles, que a menudo también prestan ayuda a los países vecinos.

España ha suscrito convenios de colaboración con los estados limítrofes para ayudar en las situaciones de emergencia que crean los incendios forestales.

El caso que se está produciendo este año no resulta habitual, ya que España es el país que cuenta con la flota más completa de aeronaves especializadas en contrarestar los efectos del fuego, por lo que a menudo colabora con terceros países.

España dispone de 175 aeroaves (77 aviones y 98 helicópteros), Italia de 88 (11 y 77), Francia de 45 (32 y 13), Grecia de 33 (18 y 15) y Portugal de 27 (5 y 22).