Así lo pone de manifiesto en un comunicado la asociación española Visión y Vida, que ha alertado en varias ocasiones sobre los problemas inducidos por la utilización de gafas graduadas a través de Internet, "un canal de distribución aparentemente económico para el bolsillo, pero posiblemente caro para la salud visual del usuario".

La investigación realizada en Francia consistió en la compra de gafas en los cinco portales de Internet disponibles en el mercado de este país y puso de manifiesto que cuatro de cada cinco gafas graduadas adquiridas de este modo presentaban fallos que podían haber causado problemas al usuario.

"En la mayoría de los casos", señala la citada asociación, "las lentes no eran válidas para la corrección del astigmatismo y no tenían una correcta distancia entre las pupilas, parámetro éste que debe medir un óptico".

Por otra parte, el estudio realizado en Francia pone también de manifiesto que menos de la mitad de las gafas adquiridas a través de la Red tenían el sello CE, señal de garantía de que las normas europeas se han respetado "y estrictamente necesario para la venta legal en la red", apunta Visión y Vida.

Estas deficiencias, continúa la asociación, que muchas veces pasan desapercibidas para el consumidor, "pueden tener unas consecuencias mínimas si la graduación es pequeña, pero, en caso contrario, las repercusiones para la salud del usuario pueden ser graves: migrañas, cansancio, mareos, vértigos, etc".

Javier Cañamero, presidente de Visión y Vida, recuerda que "no resulta en absoluto aconsejable la adquisición de gafas graduadas a través de Internet, ya que han de contar con el control y prescripción de los profesionales de la visión".