Los jóvenes, que carecen de antecedentes policiales, declararon tras su detención tener una afición desmedida por las motos de gran cilindrada, lo que les llevó a sustraerlas.

El pasado día 29 de abril, cuatro estudiantes de BUP se personaron en el concesionario de motocicletas situado en la calle Virgen de Loreto, de Torrejón de Ardoz, interesándose por modelos de gran cilindrada, aunque no llegaron a ninguna promesa de compra con el empleado.

Sin embarg, según las diligencias, los cuatro jóvenes regresaron al establecimiento comercial al día siguiente y, con ayuda de una herramienta contundente, forzaron la entrada al local.

Ya en el interior, cada uno de los adolescentes se apropió de la moto que había despertado su atención el día anterior y de madrugada, antes de darse a la fuga a bordo de las máquinas robadas, también se apoderaron de un buen número de accesorios que hacen más seguro el pilotaje.

En los días posteriores, la policía local deArganda del Rey descubrió una de las motos sustraídas estacionada en una calle de esa localidad, por lo que avisó a la comisaría de Torrejón.

Desde allí se desplazaron al municipio efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, que establecieron un servicio de vigilancia en torno a la motocicleta, una "Suzuki GSK 750-F".

Horas después se acercó a ella un adolescente que trató de ponerla en marcha con un juego de llaves, lo que no logró, ya que fue detenido e identificado como Francisco Javier.

Endías sucesivos, los agentes localizaron las máquinas restantes, dos de ellas estacionadas en sendas céntricas calles de Alcalá de Henares y la tercera frente a un restaurante de la carretera que une Torrejón con Loeches.

Los adolescentes, cuyos nombres son Alfredo, Luis Miguel y Gabriel, fueron interceptados y conducidos a la comisaría de Torrejón cuando intentaban poner en marcha una "Kawasaki ZR-600", y dos "Honda" CR-250 y Revere 650.

Los funcionario también se incautaron de los accesorios de ompetición que los jóvenes habían sustraído del concesionario de motocicletas.