Lo primero de lo que se aseguran los "médicos cibernéticos" es de que los datos de las tarjetas de crédito son correctos. Pero lo que no pueden comprobar es si los "pacientes" que piden este medicamento pueden realmente tomarlo, ya que el Viagra no es seguro para todos los hombres. Desde su aprobación, el pasado mes de abril, se han producido 69 muerte relacionadas con el Viagra.

Según el empresario Bill Stallknecht, uno de los primeros farmacéuticos en ofrecer la píldora por Internet, este tipo de venta abre una nueva frontera. "La mayoría de las consultas médicas se hacen por teléfono. A muchos pacientes les gusta poder elegir y obtener libremente los servicios que buscan", explicó Stallknecht.

Sin embargo, la presidenta de la Asociación Americana de Médicos, Nancy Dickey, afirma que estas páginas web pueden suponer un serio peligro para la alud. Los cuestionarios que realicen los pacientes para obtener el Viagra por Internet deberían tener las mismas preguntas que las que un médico les haría en una consulta.

Sin embargo, Dickey agregó que este método de prescripción no es equiparable a una consulta médica, que protege a los pacientes de las enfermedades y de las complicaciones que no saben que pueden tener.

Stallknecht, por su parte, se defiende diciendo que los pacientes deben contestar el cuestionario con sinceridad y que tambiénse puede mentir a los médicos en sus consultas.

El doctor Neal Barnard, director de la organización Médicos por una Medicina Responsable, afirma que, al final, alguien se verá gravemente dañado, una persona que no debería tomar Viagra. Por el contrario, un médico sabría si esa persona puede sufrir un ataque al corazón y por lo tanto le desaconsejaría tomar el medicamento.