Según informó este miércoles el CSIC, ambos organismos impartirán de forma voluntaria, en este año 2023, una treintena de conferencias en cinco centros penitenciarios ubicados en Madrid (Valdemoro, Navalcarnero, Soto), Granada (Albolote) y Sevilla (Sevilla I).

El objetivo de las Aulas de la Cultura, que Solidarios lleva impulsando desde hace más de 35 años, es fomentar la cultura como elemento de reinserción y crear un espacio de encuentro con voluntarios y voluntarias que se convierten en un puente con el exterior.

El CSIC se une ahora a esta iniciativa, Premio Nacional de Fomento de la Lectura y la Escritura del Ministerio de Cultura en 2017, para hacer la ciencia accesible a la población penitenciaria y estimular su interés por el conocimiento.

Los encuentros semanales sobre temas científicos están dirigidos tanto a grupos de reclusos como de reclusas y suelen tener entre 25 y 30 participantes. Según las evaluaciones realizadas, están teniendo una respuesta muy positiva. Así lo contó Lucas, un interno en la cárcel de Granada-Albolote al término de una sesión: “Participar en estas actividades da conocimiento, seguridad y confianza en muchas cosas que nos encontraremos al salir”.

ASISTENCIA A CLASE

La asistencia a las charlas es totalmente libre y no implica ningún tipo de beneficio penitenciario. Para el responsable de Cultura en prisiones de Solidarios, Álvaro Crespo, esto supone “una oportunidad de muchas cosas: de salir del patio, de acceder a conocimientos y a personas a las que normalmente no se tienen acceso, de estar en otro ámbito con otros internos...”. Por eso, añadió, “la colaboración con el CSIC está despertando un gran interés”.

La propuesta también tuvo buena acogida entre el personal del CSIC. La vicepresidenta adjunta de Cultura Científica y Ciencia Ciudadana del organismo, Pura Fernández, señaló que, “tras la invitación de Solidarios, los centros del CSIC y sus profesionales se han sumado rápidamente y de forma entusiasta a esta colaboración, que nos permite acercar la ciencia a las personas privadas de libertad y hablar de agujeros negros, dinosaurios, bacterias o neurociencias a un público generalmente olvidado en las actividades de divulgación”.

A esto añadió que “el propósito que compartimos con Solidarios es que los internos no pierdan su condición de ciudadanos y que no encuentren barreras para su reinserción una vez cumplida su condena. Por eso, la cultura científica debe llegarles igual que si estuvieran en el exterior”.