Dicho equipo ha descrito, por primera vez, cómo las aves usan excrementos y restos de presa para marcar el territorio y delimitar, en concreto, su zona de reproducción: el nido.

El investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana (Sevilla) y uno de los autores del estudio, Vincenzo Penteriani, comentó que "el marcaje descubierto en aves no se trata sólo de un rastro olfativo, como ocurre en los mamíferos, sino visual, lo que nos hace pensar que puede ser una forma de comunicación mucho más habitual de lo que creíamos".